León XIV ha nombrado al cardenal suizo Kurt Koch nuevo presidente de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), sustituyendo a Mauro Piacenza, purpurado italiano que ha ostentado el cargo en los últimos 14 años.
Un espaldarazo a Koch, que es prefecto del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos desde 2010, cuando se lo encargara Benedicto XVI, manteniéndose luego en esa posición todo el pontificado de Francisco. Y más cuando, días atrás, al encontrarse Prevost en Asís con los obispos italianos, reunidos en su Plenaria de otoño, les insistió en la importancia de que no había que tardar en exceso al aceptar la preceptiva renuncia que los prelados presentan al cumplir los 75 años. Algo que cambiaría la práctica habitual, por la que se suele premiar a los pastores dilatando su paso a la condición de eméritos a modo de reconocimiento de su labor.
Eso sí, en ese mismo discurso, el Papa les recalcó la excepcionalidad en “el servicio de los cardenales”, que, al no dirigir comunidades diocesanas, sino desempeñar encargos específicos de otra naturaleza, podrían ver ampliado su ‘tiempo activo’ hasta los 80 años (justo la edad máxima para entrar a votar a un cónclave).
Algo que ahora se muestra como significativo, pues precisamente Koch tiene 75 años (los cumplió el 15 de marzo) y, lejos de aceptársele la renuncia, se le encarga una misión que complementará con su dicasterio. Además, por cierto, de seguir encabezando la Comisión para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo, que también acomete desde 2010.
En un comunicado, ACN agradece su compromiso a Piacenza, de 81 años, que “fue el primer presidente de la institución después de su nombramiento como fundación pontificia”. En cuanto a Koch, se señala que “no es un extraño para nosotros, ya que ha colaborado estrechamente con la fundación pontificia a lo largo de los años. De modo particular, ha mantenido una estrecha relación con las oficinas suiza y alemana, participando en conferencias y peregrinaciones, entre otros eventos”.
Además, se reconoce que su experiencia en el dicasterio vaticano es muy útil para la entidad: “Las relaciones ecuménicas e interreligiosas son una parte esencial de la misión de ACN, especialmente en países donde los cristianos, o los católicos, son una minoría”.
Por todo ello, la presidenta ejecutiva de ACN, Regina Lynch, aplaude en el comunicado el nombramiento: “Nos alegramos de contar con el cardenal Koch como nuevo presidente y con la orientación que puede aportar a nuestra misión para con los cristianos perseguidos y necesitados del mundo entero”. “Le estamos agradecidos al papa León XIV por este nombramiento y por su interés en nuestro trabajo”, remacha.