El Papa ha recibido hoy en audiencia a los miembros de la Comisión Teológica Internacional
León XIV con el cardenal prefecto de Doctrina de la Fe, Víctor Manuel 'Tucho' Fernández
Primer encuentro de León XIV con la Comisión Teológica Internacional, que está celebrando su Asamblea Plenaria en el Vaticano. El Pontífice ha expresado que, “así como mis predecesores siguieron con tenacidad y visión de futuro el camino trazado por el Vaticano II, también me preocupa el discernimiento de las ‘cosas nuevas’ que marcan el camino de la familia humana y de los temas doctrinales”.
Durante su discurso, Robert Francis Prevost les ha recordado su misión: “La Comisión Teológica Internacional tiene la tarea de ofrecer perspectivas, hermenéutica y orientación al Dicasterio para la Doctrina de la Fe y al Colegio de Obispos que presido, cooperando en la comprensión común de la verdad salvífica revelada en Cristo Jesús”.
“De acuerdo con el ministerio propio de los teólogos, sus contribuciones pueden así guiar la misión de la Iglesia en fidelidad al depósito de la fe”, ha agregado. Por eso, “con este espíritu, os exhorto a valorar no solo el rigor indispensable del método teológico, sino también tres recursos específicos”.
León XIV recibe en audiencia a la Comisión Teológica Internacional
En primer lugar, se ha referido a “la catolicidad de nuestra fe”, recordándoles que sus reflexiones deben enriquecerse “con las numerosas experiencias de las Iglesias locales”.
En segundo lugar, ha destacado la importancia —”hoy más evidente que nunca”— del “diálogo interdisciplinario y transdisciplinario con diversos campos del conocimiento y la experiencia”. “Su compromiso en este sentido no solo es útil, sino necesario para continuar con autenticidad y eficacia la evangelización de los pueblos y las culturas”, ha remarcado.
En tercer lugar, los ha invitado a imitar la sabiduría apasionada de Doctores de la Iglesia como san Agustín, san Buenaventura, santo Tomás de Aquino, santa Teresita de Lisieux y san John Henry Newman: “En ellos, el estudio teológico siempre estuvo ligado a la oración y la experiencia espiritual, condiciones indispensables para cultivar una comprensión de la Revelación, que no puede reducirse a un mero comentario sobre fórmulas de fe”. “Solo en una vida conforme al Evangelio se puede alcanzar la adhesión a la verdad divina que profesamos, haciendo creíble nuestro testimonio y la misión de la Iglesia”, ha añadido.