El Papa ha presidido la audiencia general de los miércoles en la plaza de San Pedro antes de partir mañana a Turquía y Líbano
León XIV, durante la audiencia general
“No tengan miedo de acoger y defender a cada niño concebido; proclamen y sirvan el Evangelio de la vida. Dios es ‘el amante de la vida’, así que protéjanla siempre con cuidado y amor”. Así lo ha expresado hoy el papa León XIV durante su catequesis en la audiencia general celebrada en la plaza de San Pedro ante miles de fieles de todo el mundo.
A las puertas de su viaje a Turquía y Líbano -el primero de su pontificado-, el Pontífice ha pedido oraciones por los frutos de su visita al tiempo que ha recordado que este domingo comienza el Adviento.
León XIV, durante la audiencia general
Al comienzo de su alocución, Robert Francis Prevost ha señalado que “hoy reflexionamos sobre un desafío muy actual, casi una enfermedad: la falta de confianza en la vida, que aparece ante muchos como una incógnita o incluso una amenaza”.
Para el Papa, “esta dificultad se funda en la falta de esperanza, en no comprender la vida como un don que estamos llamados a comunicar. Ante esto Dios se nos presenta como ‘el amante de la vida’, como el garante de ese don”. Y ha añadido: “Si confiamos en Él nuestra existencia cobra sentido, y los sufrimientos, los trabajos y los conflictos se afrontan con una perspectiva distinta”.
Según sus palabras, “la creación es la primera manifestación de ese don inefable, que culmina en el hombre llamado a generar, a dar vida, por amor y en el amor. Si en el pecado el hombre rompe con este mandato, Cristo, generado por el Padre, es la Vida. En su encarnación nos la ofreció, no solo llevando consuelo y cuidado a cada hombre, sino entregándola en la cruz para que nosotros la tuviésemos en abundancia”.
En su saludo a los peregrinos de lengua española, ha instado a pedir al Señor “la fortaleza para poder corresponder a la vida que se nos ha dado gratuitamente con una existencia entregada a su servicio”.
“Abandonémonos a su amor para no temer las dificultades y afrontar los retos, dándonos generosamente a los demás. Recibamos la vida y a Dios que en ella se nos manifiesta: en los hijos que generemos, en las personas de las que nos hacemos responsables y en la sociedad que estamos llamados a construir”, ha concluido.