León XIV envía un vídeo mensaje al Congreso ‘Sin identidad no hay educación’ que se celebra en el Colegio Nuestra Señora del Buen Consejo de Madrid
El papa León XIV se ha hecho presente en el Colegio Nuestra Señora del Buen Consejo, de los agustinos de Madrid, este 22 de noviembre a través de un vídeo mensaje. Dentro del Congreso ‘Sin identidad no hay educación’ organizado por la Plataforma Educativa Scholaris, el Pontífice ha reconocido a los docentes que su “compromiso diario no es nada sencillo ante una constante transformación de los procesos educativos, que se dificulta aún más por la extrema digitalización y la fragmentación cultural”.
“Vuestra misión al servicio de la Iglesia es fermento vivo no sólo para las nuevas generaciones, sino también para las comunidades que encuentran en ella un sólido punto de referencia”, recalcó el Papa a los profesores. Para él, “la identidad cristiana no es un sello decorativo o un adorno, sino el núcleo mismo que da sentido, método y propósito al proceso educativo”. “Para la educación cristiana la brújula es Cristo. Sin su luz, la propia misión educativa se vacía de significado y se convierte en un automatismo sin esa capacidad transformadora que nos ofrece el evangelio”, prosiguió.
“La identidad no es, tampoco, un accesorio o un maquillaje que se hace visible con rituales aislados o incluso con mecanismos repetitivos, desprovistos de vitalidad. La identidad es el fundamento que articula la misión educativa, define su horizonte de significado y orienta sus prácticas cotidianas, tanto en la forma de enseñar, como en la de evaluar y actuar”, recordó señalando que debe traducirse en las decisiones pedagógicas. Para ello evocó a la filósofa María Zambrano y su razón poética.
Para el Papa, “una educación auténtica promueve la integración entre la fe y la razón” como “caminos complementarios para comprender la realidad, formar el carácter y cultivar la inteligencia”. Por ello, propuso, “es fundamental que en la experiencia educativa se promuevan métodos que involucren las ciencias y la historia, así como la ética y la espiritualidad. Esto se da plenamente en una comunidad educativa que es como un hogar”. Además, alabó cuando “la educación se convierte en un instrumento de paz y cuidado de la creación”. “Os animo a comprometeros con valentía y a mirar hacia adelante con esa esperanza viva que se renueva cada día en vuestra pasión educativa”, concluyó.