Cono Sur

La Renovación Carismática de Argentina se compromete con el liderazgo y la sinodalidad

| 20/11/2025 - 15:00

  • Eligieron a la nueva conducción para el trienio 2025-2028
  • El asesor nacional, el obispo Adolfo Canecín, pidió profundizar la actitud misionera





La Renovación Carismática Católica (RCC) de la Argentina realizó su Encuentro Nacional de Servidores y Grupos de Oración 2025 en la localidad de Villa Giardino, en la provincia de Córdoba, bajo el lema: ‘Un liderazgo que inspira, comunidad que crece”.



El asesor de la Renovación, el obispo de Goya Adolfo Canecín, celebró la Misa inaugural con un fuerte llamado a vivir la sinodalidad en la vida eclesial.

Liderazgo y discernimiento

Asimismo, convocó a ejercer un liderazgo que consulta y se abre al discernimiento eclesial en las comunidades para distinguir la voluntad de Dios, a crecer y propiciar funciones de responsabilidad y transparencia.

Subrayó que dicho liderazgo debe estar en comunión con la iglesia. Lo que se traduce en un conocimiento de los tiempos eclesiales, especialmente a partir de las conclusiones del sínodo de la sinodalidad. “Todos nosotros debemos caminar juntos, en comunión con la iglesia, a la luz de la sinodalidad”.

A los referentes del organismo los animó a propiciar, no solo a una participación efectiva sino a profundizar la actitud misionera.

En la misa de clausura, Canecín apeló a la esperanza invitando a los miembros del movimiento a mirar el final de la vida confiando en la misericordia de Dios.

Comunión, misión y sinodalidad

Durante estas jornadas, se presentó el trabajo correspondiente al trienio que concluye. Juan Jorge Sobrero, coordinador nacional de la RCC, presentó – junto a los miembros de la coordinación-las tareas realizadas y los avances. Sobrero continuará como responsable durante el trienio 2025-2028.

Se anunció que el padre Marcelo Toledo, de la diócesis de Río Gallegos, es el nuevo Asesor Nacional. En una de las celebraciones, reflexionó sobre las cualidades fundamentales del liderazgo cristiano, y marcó los tres ejes esenciales: la obediencia a Dios, la memoria agradecida por las maravillas del Señor y la centralidad de la oración. Destacó que la oración es indispensable en la vida espiritual, “es el oxígeno para el alma”,  por lo que no hay que abandonarla en tiempos de dificultad.

El encuentro finalizó, con espíritu de acción de gracias, por las bendiciones recibidas y con el llamado a seguir construyendo una RCC en comunión, misión y sinodalidad.

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