La catedral madrileña conmemora el 20 de noviembre este hito al que se unirán distintas confesiones cristianas, que leerán una declaración conjunta sobre el Credo
El cardenal José Cobo dirige unas palabras de acogida a Bartolomé I
La catedral de la Almudena acogerá mañana jueves 20 de noviembre, a las 20:00 horas, la celebración ecuménica con motivo del 1700 aniversario del Concilio de Nicea, considerado el primer concilio ecuménico de la Iglesia católica.
En el marco de la Asamblea Plenaria de otoño, la Conferencia Episcopal Española ha presentado a los medios de comunicación esta celebración, en la que se hará pública una declaración conjunta sobre el Credo. En su redacción han participado todas las confesiones cristianas invitadas y ya fue aprobada en la última Comisión Permanente del Episcopado celebrada del 30 de septiembre al 1 de octubre.
De izquierda a derecha, Rafael Vázquez, Ramón Valdivia y José Gabriel Vera
En la sede de la CEE, el presidente de la Subcomisión Episcopal para las Relaciones Interconfesionales y el Diálogo Interreligioso, Ramón Valdivia, y el secretario técnico de la Subcomisión, Rafael Vázquez, han compartido con los periodistas el camino recorrido con el resto de Iglesias para la redacción del documento.
Para Valdivia, también obispo auxiliar de Sevilla, esta celebración es “un signo de esperanza de la unidad de los hombres y mujeres que creen en Dios y que tienen una vocación de vivir juntos la fe”.
De hecho, según sus palabras, ya en Nicea, “todos los participantes convocados, de forma sinodal, reconocieron quién es Dios y quién es Jesús, no se inventaron ningún concepto de Dios”.
En este sentido, ha valorado positivamente el próximo viaje de León XIV a Nicea, al tiempo que ha dejado claro que la Iglesia católica “no es hostil” a la celebración de una Pascua conjunta.
Por su parte, Vázquez, sacerdote de la diócesis de Málaga, ha detallado cómo va a ser la celebración, en la que, amén de leer la declaración, habrá más tiempo para la contemplación que para los discursos. Y, para ayudar a la oración, la parte musical ha sido encargada al sacerdote Toño Casado.
En sus palabras, el presbítero ha mostrado su esperanza en que pronto “dejemos de ser ‘las Iglesias’ para ser ‘la Iglesia’, para ‘que todos sean uno para que el mundo crea'”. Y es que, como ha recalcado, “la situación de división en la Iglesia es anómala y, además, resta credibilidad a nuestro mensaje”.