“Ante los escándalos modernistas anti católicos y la tibieza de muchos, defenderemos la verdad aunque volvamos a ser doce”. Así se manifiesta un joven que se define como falangista en las redes sociales del movimiento ‘Orate’, una “organización católica que defiende y promueve la identidad y Tradición católica de España a través de la fe, la acción y el testimonio público”, y que ha tratado de boicotear una celebración organizada por ICHTHYS en Sevilla.
“Tierra de Acogida, el espacio seguro donde nadie se siente extraño” prometían en esta celebración en la iglesia sevillana del Convento Santo Tomás de Aquino, la de Santa María la Real, hasta que un joven acusó al sacerdote y a los presentes de no secundar la llamada a la conversión de la Iglesia y justificar actos pecaminosos el pasado 15 de noviembre.
Este incidente aislado ha alcanzado cierta repercusión después de que algunos tradicionalistas se hicieran eco de ello y criticaran algunos elementos como que en el templo había un paño con los colores del arcoíris.
Además, este grupo de entusiastas ha remitido una carta al Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramntos, según han difundido en sus redes sociales, con una “denuncia formal” por los “abusos litúrgicos” producidos en esta celebración.
Entre esos denominados abusos detallan que “el sacerdote y otra feligresa indicaron y permitieron a todos los fieles que se sentaran en sillones y sillas situados dentro del presbiterio”, que el presidente de la celebración “realizó oraciones propias del celebrante desde una silla, en lugar de hacerlo desde el altar o la sede”, que la mayor parte del tiempo todos estaban sentados o que la celebración “fue presentada como un acto de acogida LGTBI+” y que en la homilía “el sacerdote no negó explícitamente la doctrina de la Iglesia, pero orientó su predicación a hablar del amor y de cómo los cristianos deben amarse y acogerse mutuamente, formulándolo de manera que transmitía –de manera más o menos directa– que Dios aprueba o tolera comportamientos objetivamente contrarios a la moral católica como la práctica de la homosexualidad”.
Esta no es la única carta que ha mandado el colectivo a la plaza Pío XII –y también al arzobispado de Sevilla–, ya que también han enviado una “denuncia formal por negativa injustificada de celebración de Santa Misa por difuntos”. Y es que en el mismo templo esta organización pidió celebrar una misa el pasado 7 de noviembre por el eterno descanso de dos falangistas que vivían en una casa cercana. Algo que finalmente fue rechazado por los encargados del templo dos días antes de la fecha acordada. La jornada acabó con una concentración organizada por Falange de Sevilla en plena calle con improperios a la Iglesia y cantos propios de la ideología.