León XIV alienta a responsables diocesanos a renovar grupos parroquiales, cuidar la proclamación de la Palabra y formar al Pueblo de Dios en una liturgia “digna y sobria”
Al inicio del curso de actualización para responsables diocesanos de pastoral litúrgica, el papa León XIV ha dado la bienvenida a los participantes en el Pontificio Instituto Litúrgico de San Anselmo. Lo ha hecho con una exhortación clara: retomar con entusiasmo el camino iniciado por la Sacrosanctum Concilium y la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II. “Se ha avanzado mucho, pero todavía queda un largo camino por recorrer”, ha recordado el Pontífice.
León XIV ha subrayado la doble misión del Instituto, “en fidelidad a la tradición litúrgica y a la reforma deseada por el Concilio”, al tiempo que ha valorado su servicio formativo según lo indicado en Veritatis gaudium. También ha citado a su predecesor Benedicto XVI, y ha retomado el llamamiento del papa Francisco en Desiderio desideravi para “difundir el conocimiento teológico de la liturgia más allá del ámbito académico”.
Entre los retos planteados, el Papa ha insistido en la necesidad de fomentar la formación bíblica y litúrgica en parroquias y diócesis. Ha pedido especial atención a los lectores, para que quienes proclaman la Palabra en la liturgia “reciban una preparación exhaustiva” que incluya conocimientos bíblicos, buena dicción, formación para el canto del salmo y la redacción de las oraciones de los fieles.
Asimismo, ha animado a revitalizar los grupos litúrgicos parroquiales: “algunos se han reducido hasta desaparecer, casi como si hubieran perdido su identidad”, ha lamentado. Por eso, pidió a los directores diocesanos que propongan programas de formación y acompañamiento, y que ayuden a los párrocos a crear equipos “motivados y competentes” que preparen las celebraciones con esmero, en comunión con sus comunidades.
Entre los desafíos, ha señalado también la promoción de la Liturgia de las Horas, la atención a la piedad popular, el sentido festivo de la liturgia y el cuidado en la construcción o adaptación de los espacios sagrados. Todos estos, ha dicho, “son temas que requieren creatividad pastoral” y serán abordados durante el curso.
León XIV concluyó deseando que esta experiencia en Roma, en el contexto del Año Jubilar, “revitalice sus energías espirituales” y les impulse a continuar su servicio con renovado entusiasmo: “Que cada uno pueda regresar a su parroquia con nuevos recursos, pero sobre todo con un corazón encendido para el bien del Pueblo de Dios”.
