Tras la celebración de la eucaristía y el rezo del ángelus, el Papa participó en el almuerzo organizado por la Familia Vicenciana
El papa León XIV ha consolidado la tradición de comer con 1.300 peregrinos necesitados de la Jornada Mundial de los Pobres, en un acto organizado por la Familia Vicenciana. El pontífice acudió para este almuerzo a Aula Pablo VI tras el rezo del ángelus. Todos los participantes han recibido una mochila con productos básicos.
El Papa recordó en sus palabras al bendecir la mesa que esta jornada era muy querida por el papa Francisco. Por lo que lo primero que hizo fue pedir un aplauso por su predecesor. “Este almuerzo que ahora recibimos nos lo ofrece la Providencia y la gran generosidad de la Comunidad de San Vicente, a los paúles, a quienes queremos dar las gracias”, añadió también.
León XIV destacó que se cumplen 400 años del nacimiento de san Vicente de Paúl, y que sus religiosos y religiosas “nos acompañarán sirviendo en la mesa”. “Felicidades a todos vosotros, sacerdotes, religiosas, laicos voluntarios que trabajáis en todo el mundo ayudando a tantas personas pobres y a personas que viven diferentes necesidades. Estamos realmente llenos de este espíritu de agradecimiento, de gratitud en este día”, destacó el pontífice.
El Papa imploró “al Señor que bendiga los dones que vamos a recibir, que bendiga la vida de cada uno de los aquí presentes, de nuestros seres queridos, de nuestros familiares, de las personas que tanto han hecho por acompañarnos”. “Demos también la bendición del Señor a tantas personas que sufren a causa de la violencia y la guerra, del hambre; y que hoy podamos celebrar esta fiesta en espíritu de fraternidad”, añadió.
“Bendícenos, Señor, y bendice estos dones que recibimos de tu providencia. Bendice nuestra vida, nuestra fraternidad. Ayúdanos a todos a caminar siempre unidos en tu amor”, fue la fórmula de bendición de la mesa empleada por León XIV quien antes de desear un “buen provecho” felicitó el “cumpleaños” nuevamente a la Familia Vicenciana.