El prelado colombiano participa en esta cumbre de las Naciones Unidas sobre cambio climático en Brasil
Juan Carlos Barreto, obispo de Soacha
Juan Carlos Barreto, obispo de Soacha y presidente de Cáritas Colombia, se encuentra en la COP30 como uno de los delegados del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) en la COP 30 (Cumbre de las partes de la ONU), que se celebra en Brasil del 10 al 21 de noviembre.
Aquí la Iglesia ha tenido un papel muy importante con Jaime Spengler, presidente del Celam y del Episcopado brasileño, a la cabeza. Por ello, Barreto aseguró que la presencia de obispos, sacerdotes, religiosos y laicos es clave en estos espacios de incidencia.
La Iglesia del continente renueva su compromiso con el cuidado de la casa común, alentando a la llamada conversión ecológica, porque “a través de la ética y la espiritualidad ecológica podemos encontrar puntos comunes con todos los actores de la sociedad”.
Un mensaje, por supuesto, que tiene su asidero en el Evangelio para que “tengamos muy clara la teología de la creación y avancemos en buenas prácticas a nivel de nuestra pastoral”, asegura, quien ha sido el impulsor de la Ruta Laudate deum desde la pasada COP 16 en Colombia.
Una tarea pendiente en todos los niveles de la Iglesia que debería verse reflejada en seminarios, parroquias, casas religiosas y centros educativos, porque “el testimonio interno fortalece la incidencia pública”.
Al menos en Colombia se han dado acciones concretas, afirmó el prelado; como las llamadas ecoparroquias Laudato si’, de las cuales “más de 50 parroquias ya están en proceso de certificación, junto con instituciones educativas y comunidades rurales”.
También indicó que entre el movimiento Laudato si’, el Celam y la Conferencia Episcopal de Colombia, han impulsado la formación de agentes de cambio y líderes del cuidado de la casa común, “acabamos de formar 250 animadores Laudato si’ que promueven prácticas sostenibles en sus comunidades”.
Predicar con el ejemplo, he allí que ha suscrito el clamor de las Iglesias del sur global, liderado por los cardenales Jaime Spengler (América Latina), Fridolin Ambongo (África) y Felipe Neri (Asia) de promover la responsabilidad climática y transición energética justa.
“No se debe seguir hablando de préstamos ni de donaciones, sino de reparaciones históricas. Los países desarrollados tienen una deuda con los pueblos que han sufrido las consecuencias del extractivismo y del cambio climático”, sostuvo.