El gesto se ha materializado durante la audiencia del papa León XIV a la presidencia de la Conferencia Episcopal
El papa León XIV ha recibido en audiencia, en el Palacio Apostólico, a la cúpula de la Conferencia Episcopal de Canadá este sábado, 15 de noviembre. Un encuentro al que ha acudido el presidente Pierre Goudreault, obispo de Sainte-Anne-de-la-Pocatière, Richard Smith, arzobispo de Vancouver, y el secretario general de la institución, el sacerdote Jean Vézina. Un encuentro que se ha aprovechado para continuar limando las tensiones de algunos pueblos indígenas con la Iglesia católica por algunos episodios de la colonización.
Así, ha informado el Vaticano y la propia Conferencia en un comunicado conjunto, “durante la audiencia, el Sumo Pontífice donó a la Conferencia Episcopal de Canadá 62 objetos pertenecientes a las colecciones etnológicas de los Museos Vaticanos“. En la nota se explica que “como conclusión del camino iniciado por el papa Francisco, a través del Viaje Apostólico a Canadá de 2022, las diversas audiencias con las comunidades indígenas y la publicación de la Declaración sobre la Doctrina del Descubrimiento de 2023, el Santo Padre León XIV ha querido que este regalo sea un signo concreto de diálogo, respeto y fraternidad”.
Para los participantes en este intercambio, el de este sábado, “se trata de un acto de comunión eclesial, con el que el Sucesor de Pedro confía a la Iglesia de Canadá estos artefactos, que dan testimonio de la historia del encuentro entre la fe y las culturas de los pueblos indígenas”. Estos objetos “procedentes de diferentes comunidades, forman parte del patrimonio recibido con motivo de la Exposición Misionera Vaticana de 1925, promovida por el papa Pío XI durante el Año Santo, para dar testimonio de la fe y la riqueza cultural de los pueblos. Enviados a Roma por los misioneros católicos entre 1923 y 1925, estos artefactos se reunieron posteriormente en el Museo Misionero Etnológico Lateranense, que más tarde se convirtió en el Museo Etnológico ‘Anima Mundi’ de los Museos Vaticanos”, detallan en el comunicado. Cien años después, concluyen, “estos objetos, acompañados de la información que obra en poder de los Museos Vaticanos, que acredita su procedencia y las circunstancias de su traslado a Roma para la Exposición de 1925, han sido entregados a la Conferencia Episcopal de Canadá, que, en espíritu de leal cooperación y diálogo con la Dirección de Bienes Culturales del Estado de la Ciudad del Vaticano, se ha comprometido a velar por que sean adecuadamente custodiados, valorizados y conservados”.
