España

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, contra el ‘nuevo’ Valle de los Caídos que “privilegia” a la Iglesia

| 14/11/2025 - 11:05

  • Se lamenta que en el comité que ha aprobado el proyecto de “resignificación” haya un representante eclesial y no de las familias de las víctimas
  • Se pide expulsar a los benedictinos, “para los que la hospedería es un centro de poder que les permite ser anfitriones de los sectores más reaccionarios”





La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) que lleva 25 años exhumando e identificando restos de republicanos asesinados en la Guerra Civil y enterrados en fosas comunes, ha calificado de “lamentable” el proyecto elegido por el Gobierno para “resignificar” el Valle de los Caídos.



La ARMH, que ya solicitó “la suspensión del certamen y del concurso de ideas” impulsado el pasado año por el Gobierno de Pedro Sánchez, entiende que, de los diez proyectos que se han presentado, se ha elegido uno sin consenso. Y es que, pese a que ha recibido una “unanimidad de votos” en el comité elector, se deplora que en este no estén representados “los familiares que tienen dentro enterrados a sus seres queridos”.

Apartados del proceso

Así, mientras estos “no han tenido derecho a opinar y a decidir”, viéndose “apartados del proceso”, quien sí ha tenido “voz y voto” ha sido “un representante de la Iglesia católica, que ha sido privilegiada con su participación” en el órgano de decisión.

Yendo más allá, la ARHM, a través de su presidente, Emilio Silva, entiende que, para “resignificar” el Valle de los Caídos, es “incomprensible” acometer “una nueva actuación arquitectónica”, y más por un coste de 30 millones de euros. Todo “cuando lo que se necesita es simplemente explicarlo con paneles que contengan documentos históricos que muestren para qué ordenó construirlo el dictador, cómo se hizo, quién lo hizo, cuáles fueron las empresas que se beneficiaron del uso de esclavos políticos y testimonios de quienes fueron obligados a trabajar en él”.

De ahí que la postura de la entidad ciudadana sea reclamar la puesta en marcha de “una exposición permanente” que, además, “no necesita muchos recursos económicos para permitir entender el monumento”.

Control de los guías turísticos

Del mismo modo, se debe controlar la actuación de “los guías turísticos, que son quienes transmiten la visión del monumento a la mayoría de los visitantes y que manejan a menudo discursos que blanquean la historia del monumento y del franquismo”. En ese sentido, observan que “no son personal formado y acreditado por instituciones, como sí lo son los guías de los campos de concentración del nazismo”.

Volviendo al papel de la Iglesia, la ARMH considera “intolerable la permanencia de los monjes benedictinos en el recinto, cuando gestionan sin concurso público una hospedería que tiene entre sus principales usuarios a grupos católicos ultraconservadores y estrechan relaciones con embajadas como la de Hungría, que lideran en Europa la restricción de derechos”.

De ese modo, “para los monjes la hospedería es un centro de poder que les permite ser anfitriones de los sectores más reaccionarios de la derecha que pretende debilitar la democracia, y todo eso lo hacen con recursos públicos del Estado”.

Presencia dominante de la Iglesia

Mientras “se mantiene la presencia dominante de la Iglesia católica y se valida de ese modo una decisión del dictador”, Silva afea al Ejecutivo que no haya invertido “ese dinero en un museo dedicado a las víctimas de la dictadura, en un espacio bien comunicado y sin interferencias de la Iglesia católica que narrase quiénes fueron las víctimas y quiénes fueron sus verdugos”.

En consecuencia, “el memorial del Valle de los Caídos es potencialmente fallido y sería mejor que el Gobierno gastara ese dineral en buscar a las familias de los miles de cuerpos que ha exhumado y que, por una metodología equivocada, no ha identificado”.

En otro espacio digital ligado a la asociación se va más allá y se rechaza que “se mantengan en el recinto los monjes benedictinos” y que “sigan oficiando misas católicas”. Todo ello mientras “no se construye el lugar aconfesional que debe ser”.

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