Los obispos bolivianos han arrancado su 117.ª Asamblea Plenaria. Esta vez ha puesto sus focos sobre los jóvenes, sobre todo en un país, donde acaban de renovar el gobierno nacional tras 20 años de hegemonía del partido de Evo Morales.
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Bajo el lema “Los jóvenes en la Iglesia: identidad y pertenencia”, los prelados reflexionan sobre la realidad del país, que anhela abrirse a nuevos caminos de desarrollo.
Por supuesto, harán un análisis pormenorizado de la situación socio-política a la luz de la enseñanza social de la Iglesia en procura de las respuestas pastorales que la Iglesia puede ofrecer ante los actuales desafíos.
Cercanía con los jóvenes
Diego Plá Aranda, secretario general del Episcopado boliviano, en rueda de prensa, explicó que dedicarán una sesión para estudiar la situación económica, social y de pobreza en Bolivia.
También explicó que conformarán una comisión que redactará telegramas al papa León XIV con el consiguiente mensaje final en el que recogerán las conclusiones y líneas pastorales de la Asamblea.
“Esta es una asamblea más novedosa. Se va a abordar todo el tema de los jóvenes, a nivel político, social y laboral”, agregó.
Si bien “la juventud en Bolivia está con mucha esperanza”, también tiene “mucha angustia por la situación en la que estamos”, por ello, la Iglesia está llamada a estar cerca de ellos, en especial, de los más pobres.
Diego Plá Aranda, secretario general del Episcopado boliviano
A ejemplo de Jesús
Asimismo los obispos analizarán Dilexi te (Te he amado), la primera exhortación de León XIV dedicada a los pobres, porque “a ejemplo de Jesucristo, no podemos olvidar que la Iglesia tiene que estar siempre cercana a los desheredados, a nuestros hermanos más pobres”.
Plá subrayó que la Iglesia boliviana enfrenta “un gran desafío ante la crisis económica que vive nuestra patria” por lo que debe “saber dar una respuesta”.
Reconoció el papel fundamental de las autoridades electorales en la segunda vuelta de las presidenciales por “su buen desempeño” para añadir que “hay que aplaudir el ambiente democrático”.
Los obispos piden a las nuevas autoridades, en especial, al nuevo presidente, Rodrigo Paz, gobiernen desde el consenso, incluyendo “a todos los sectores con una mirada especial hacia las personas que más están sufriendo”.
Paciencia y unidad
Los obispos bolivianos están conscientes de la situación económica, “la prioridad es normalizar la situación del país para que todos puedan trabajar y recibir un salario digno”, sostuvo Plá.
Por supuesto, la crisis no será superada “en un mes ni dos”. Se trata de una crisis de muchos años, por lo que han pedido a los bolivianos “paciencia y unidad”.
En cuanto a las relaciones Iglesia- Estado, Plá indicó que “siempre están abiertos al diálogo”. La Iglesia siempre “será facilitadora entre el gobierno y el Pueblo de Dios” sin parcialización política alguna, porque entonces “pierde su misión de ayuda y de mediación”.
Sobre el retorno del crucifijo y la Biblia a la Asamblea Legislativa, apuntó que “a pesar de ser un Estado laico, no podemos renunciar a nuestras raíces cristianas” como también hay que “respetar la libertad también de los no creyentes como otras confesiones”.
Foto: Conferencia Episcopal Boliviana
