El Papa envía un videomensaje a la VII Conferencia sobre Adicciones de Italia en el que invita a comprometerse en la prevención
El papa León XIV muestra su preocupación por el aumento de la adicción al juego y a la pornografía entre los jóvenes. Así lo ha hecho ver en un videomensaje enviado hoy a los participantes en la VII Conferencia sobre Adicciones de Italia, que se celebra en Roma desde hoy hasta mañana.
“En los últimos tiempos, a las adicciones como las drogas y el alcohol, que siguen siendo las más prevalentes, se han sumado nuevas formas. El creciente uso de internet, ordenadores y teléfonos inteligentes se asocia no solo con claros beneficios, sino también con un uso excesivo, que a menudo deriva en adicciones con consecuencias negativas para la salud. Entre estas se incluyen la ludopatía, la pornografía y la presencia casi constante en plataformas digitales. El objeto de la adicción se convierte en una obsesión que afecta al comportamiento y a la vida cotidiana”, comienza adviertiendo el Pontífice.
En su opinión, “estos fenómenos suelen ser un síntoma del malestar mental o interno de la persona y de un declive social en los valores y referentes positivos, especialmente entre adolescentes y jóvenes”.
Para Robert Francis Prevost, “el aumento del narcotráfico y el consumo de drogas, la búsqueda de dinero fácil a través de las máquinas tragaperras y la adicción a internet, que incluye contenido dañino, demuestran que vivimos en un mundo desesperanzado, carente de perspectivas humanas y espirituales sólidas”.
En consecuencia, prosigue, “muchos jóvenes creen que todos los comportamientos son iguales, ya que no pueden distinguir el bien del mal y carecen de sentido de los límites morales”.
Por lo tanto, “se deben valorar y fomentar los esfuerzos de los padres y de diversas instituciones educativas, como escuelas, parroquias y centros juveniles, dirigidos a inculcar valores espirituales y morales en las nuevas generaciones para que se comporten como personas responsables”.
Según León XIV, “los adolescentes y jóvenes necesitan formar su conciencia, desarrollar su vida interior y establecer relaciones positivas con sus pares y adultos mediante el diálogo constructivo, para convertirse en arquitectos libres y responsables de su propia existencia”.
El Papa insiste también en que “el temor al futuro y a las responsabilidades adultas que se observa entre los jóvenes los hace particularmente vulnerables. A menudo no se les anima a esforzarse por una existencia recta y noble; tienden a replegarse sobre sí mismos”.
En este sentido, “las instituciones estatales, las asociaciones de voluntarios, la Iglesia y la sociedad en su conjunto están llamadas a percibir en estos jóvenes un clamor de ayuda y una profunda sed de vida, a ofrecerles una presencia afectuosa y de apoyo que los anime a realizar esfuerzos intelectuales y morales y les ayude a forjar su fuerza de voluntad”.
León XIV, durante el Jubileo de los Jóvenes
El Papa invita a “comprometernos cada vez más y de forma concertada con los esfuerzos de prevención que se traduzcan en una intervención a nivel comunitario”.
“Es importante, como parte de una política para prevenir el sufrimiento juvenil, fortalecer la autoestima de las nuevas generaciones, contrarrestar la sensación de inseguridad e inestabilidad emocional fomentada tanto por las presiones sociales como por la propia naturaleza de la adolescencia”, agrega.
Y continúa: “Oportunidades laborales, educación, deporte, un estilo de vida saludable, la dimensión espiritual de la existencia: este es el camino hacia la prevención de las adicciones”.
Prevost concluye su mensaje animando a todos los participantes a que “presenten propuestas prácticas dirigidas a promover una cultura de solidaridad y subsidiariedad; una cultura que se oponga al egoísmo y a la lógica utilitarista y económica, pero que esté abierta a los demás, que escuche, en un camino de encuentro y relación con los demás, especialmente cuando son más vulnerables y frágiles”.