El arzobispo de Rabat celebra los 60 años de ‘Nostra aetate’ con un artítulo en L’Osservatore Romana en el que invita a “salir del falso esquema de ‘religión verdadera, religión falsa’”
Cardenal Cristóbal López Romero, arzobispo de Rabat
“Hay que salir del falso esquema de ‘religión verdadera, religión falsa’. Ninguna religión puede apropiarse de la Verdad, como si fuera la dueña en exclusiva”. Así lo pone negro sobre blanco el cardenal arzobispo de Rabat, Cristóbal López Romero, en un artículo en L’Osservatore Romano titulado ‘Un solo Dios, una sola familia humana: un llamamiento a la fraternidad universal a 60 años de ‘Nostra aetate”.
El purpurado salesiano explica que “cada persona tiene derecho a buscar a Dios según su conciencia. Las religiones, por su parte, tienen la responsabilidad de ofrecer caminos de sentido y de verdad, no de dominio”. “Ninguna posee a la Verdad; en todo caso, es la Verdad la que nos posee a todos y en toda religión se encuentran destellos de Verdad”, añade.
López Romero celebra los 60 años de la declaración conciliar sobre la relación con las religiones no cristianas desde Marruecos. El religioso tilda el texto de “uno de los grandes tesoros del magisterio de la Iglesia”, que fue “absolutamente necesario y radicalmente revolucionario”, puesto que “cambió por completo la mirada de los cristianos hacia los demás creyentes”.
Para López Romero, ‘Nostra aetate’ “sembró diálogo donde antes había confrontación, respeto en el lugar que antes ocupaba la sospecha y fue decisivo para reconocer la presencia de Dios más allá de las fronteras del cristianismo”.
“Personalmente he conocido otro tiempo, marcado por otra mentalidad -señala-. Recuerdo una anécdota que escuché de un sacerdote que en los años 50 formó un grupo de selectos jóvenes cristianos a los que, lejos de leer la Biblia, ayudar a los pobres o ir a misa, lo que se les encargó fue tirar piedras contra el templo protestante de su ciudad, porque a su modo de ver eran herejes y había que combatirlos”.
Sin embargo, hoy, gracias a ‘Nostra aetate’, “muchos religiosos como yo, podemos, por ejemplo, desempeñar nuestra labor en Marruecos —un país de mayoría musulmana y donde la religión oficial es el islam— y frecuentar con asiduidad un instituto ecuménico, fundado y gestionado por protestantes y católicos conjuntamente, donde cristianos y musulmanes dialogan y trabajan juntos”.
“¡Cuánto camino recorrido!”, celebra el purpurado. No obstante, “todavía queda más por andar de lo que hemos ya recorrido”, afirma López Romero.
El cardenal de Rabat, Cristobal López
En su artículo, el salesiano indica que “‘Nostra aetate’ nos ayuda a descubrir un Dios que es más grande que nosotros, que es Padre de todos; un Dios que no puede ser patrimonio exclusivo de nadie. Ninguna nación ni confesión puede apropiárselo. Es el Dios de todos, un Padre que hace salir el sol sobre buenos y malos”. “Nosotros pertenecemos a Dios, no al revés”, recalca.
En este sentido, “es también importante aceptar a un Dios que quiere la salvación de todos, que Dios es el Dios de todos y que es un Dios de Amor. A veces nos resistimos a un Dios que perdona al enemigo, que muestra compasión con quienes consideramos ajenos. Dios ama a todos los pueblos, su Providencia es para todos”. “La bondad y la voluntad de salvar a los hombres son universales”, añade.
Por otro lado, el cardenal de Rabat lanza varias preguntas al aire: “Si tenemos un único origen y un único destino, ¿cómo pueden existir cristianos que consideran enemigos a otros pueblos que no sean el suyo, o a otras religiones que no sean la suya? ¿Cómo podría un cristiano vivir en pie de guerra? ¿Cómo podría un cristiano considerar que su misión consiste en combatir a los no cristianos?”.
Así, propone, desde Marruecos -“donde la convivencia entre cristianos y musulmanes es signo de esperanza”- tareas precisas para alcanza la fraternidad: “Mostrar en la vida cotidiana y con actos concretos espíritu de apertura y diálogo; formar a las nuevas generaciones contra el fundamentalismo y el fanatismo; y reconocer y promover los valores espirituales y morales de todas las religiones”.
López Romero invita también a “conocer y difundir el conocimiento de otros documentos que dan seguimiento a ‘Nostra aetate’, como ‘Fratelli tutti’, ‘Evangelii gaudium’ o el ‘Documento sobre la fraternidad humana'”.