El documento final de la Asamblea nacional, al que nada se le parece el borrador conocido hace seis meses, incluye el diaconado femenino, pese a ser la propuesta con más votos en contra
En la tercera de las asambleas del Camino Sinodal italiano se ha aprobado el documento final para que cada uno de los obispos lo implemente en su diócesis. Con el título ‘Levadura de paz y esperanza’, los participantes han dado un respaldo mayoritario con 781 votos a favor de 809 votantes a través de un sistema que garantizaba que fuera secreto.
El texto contiene 124 propuestas organizadas en tres secciones y es fruto del trabajo de la Conferencia Episcopal, el Comité sinodal, el Consejo Permanente, las oficinas y las regiones eclesiásticas. En las deliberaciones se ha dado gran importancia a la sinodalidad, la corresponsabilidad, el papel de los laicos o la participación de las mujeres.
“Ahora es tarea de los pastores asumir todo, identificar las prioridades, involucrar a las fuerzas antiguas y nuevas para dar cuerpo a las palabras”, señaló el presidente del Episcopado, el cardenal Matteo Zuppi, que llevará el texto de forma monográfica a la Asamblea Plenaria de noviembre para desarrollar las orientaciones en las que ya trabajan un grupo de obispos. Y es que los pastores han tomado nota de las peticiones de los laicos que a lo largo de las asambleas han llevado el borrador del texto hacia la frontera.
Por ejemplo, el documento pide a los obispos que se involucren en las jornadas que organiza la sociedad civil contra la pedofilia, la homofobia, la transfobia –ha habido que aclarar que no es sumarse a las fiestas del “orgullo” sino organizar vigilias de oración contra las actitudes de odio– o el acoso escolar –propuesta con 185 votos en contra–; que dé más poder de decisión en la Iglesia a las mujeres, los laicos y los jóvenes; o que dé testimonio de la “pobreza evangélica en la gestión de los bienes”.
Estas cuestiones apenas eran inimaginables cuando en 2015 el papa Francisco lanzó el proceso durante su visita a Florencia –algo que tuvo que recordar hasta que en 2021 por fin se iniciara este movimiento con la creación de 50.000 grupos por todo el país–.
Desde abril se trabaja en este último borrador que ha sido casi rehecho de arriba abajo. “No ha sido un paso atrás, sino un paso adelante”, confesaba el presidente del Comité del Camino Sinodal y vicepresidente del Episcopado, Erio Castellucci, a ‘La Repubblica’. Así finalmente se cuelan temas como el “diaconado de las mujeres”, que ha sido la propuesta más rechazada con 188 votos en contra, 625 a favor. También es casi unánime el grito que pide a los obispos que sean más sinodales (822 de 844). Por otro lado, los mayores acuerdos están en la atención a las víctimas de abusos o el empoderamiento de los consejos pastorales de las parroquias y diócesis.
“Los pasos, cuando son verdaderos, transforman. No se puede caminar sin cambiar”, señaló a los participantes el prior del monasterio de Bose, Sabino Chialà, en una meditación antes de la votación. Y es que para Zuppi, el Camino sinodal ha sido “un taller de corresponsabilidad diferenciada” que ha tomado opciones “evangélicamente realistas” a través del amplio consenso, a pesar de algunas controversias.
Hay gran acuerdo en potenciar la evangelización digital; mientras que encuentran cierto rechazo la plena participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones y en los puestos de responsabilidad que ha sido aprobada con 625 votos de 813; la asignación estable a los laicos de tareas de guía pastoral y administrativa (636 votos de 810); o el reconocimiento de las mujeres en funciones de enseñanza teológica (661 de 817). Llama la atención que la escucha de las personas heridas o excluidas, obtuvo 672 votos a favor de 826. Y eso que Castellucci definió este proceso como “cuatro años maravillosos de escucha”.