Concluyen en Roma el encuentro mundial sintiendo el impulso del papa León XIV y agradecidos por el legado de Francisco
Los movimientos populares clausuraron su 5º Encuentro Mundial aprobando una declaración que renueva su compromiso con la justicia social, la paz y el trabajo digno. La cita, que se ha celebrado del 21 al 24 de octubre, con el objetivo de “organizar la esperanza con una alianza frente a la exclusión” ha concluido precisamente con un llamamiento a una nueva alianza global por la dignidad humana y la justicia social, gracias al papel de los pueblos organizados como actores de transformación ante un mundo herido por la desigualdad y la violencia.
“Estamos viviendo en un mundo fracturado, herido por la violencia, la injusticia y el desprecio a la dignidad humana”, denuncian en su declaración final en la que se recoge que en el mundo existen más de 50 conflictos armados activos o que “el 1% más rico de la población mundial acumula más riqueza que el 99% restante”. A esto se une la precarización del trabajo o la resistencia creativa de millones de personas que se inventan su propio sustento en los márgenes del sistema, “que sostienen la vida y la comunidad, pero siguen sin acceso a derechos fundamentales”.
“En 2024, más de 2.500 migrantes murieron o desaparecieron intentando cruzar el Mediterráneo hacia Europa” mientras “las autoridades europeas continúan criminalizando el rescate en el mar”, denuncian también. Ante ello invitan a la esperanza activa en la que, declaran: “No estamos solos. El papa Francisco nos acompañó con su testimonio profético, y ahora el papa León XIV nos anima a perseverar en la misión de llevar la esperanza a las periferias”. Así, proponen que los movimientos solo podrán avanzar si superan el aislamiento y tejen “alianzas más amplias, redes de redes, que articulen lo local con lo global”. “Afirmamos la necesidad de renovar nuestra alianza mundial, tejida desde cada territorio y experiencia local, entre movimientos organizados, la sociedad civil, la Iglesia católica y todas las tradiciones religiosas que comparten el sueño de un mundo centrado en la persona y su dignidad y no en el lucro”, reclaman desde el encuentro.
En la clausura del encuentro participaron el coordinador de la plataforma Movimientos Populares (EMMP), el sacerdote itañiano Mattia Ferrari, y el cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. Ferrari asumió el compromiso de mantener su misión para tender puentes entre los movimientos populares y las Iglesias locales y la importancia de crear redes. “Queremos asegurarnos de que ningún movimiento popular se sienta solo, porque las relaciones entre nosotros son el regalo más importante que tenemos, el don que nos hacemos recíprocamente: la amistad”. También destacó que el mensaje del papa León XIV al encuentro: “No se limitó a felicitarnos; fue más allá y nos dio una responsabilidad que debemos asumir con respeto hacia él, hacia el papa Francisco y hacia todo lo que nos hemos entregado mutuamente en este encuentro”, destacó.
Czerny insistió en que la relación entre la Iglesia y los movimientos populares debe mantenerse viva: “Cuando sientan que hay algo que el Papa o la Iglesia podrían hacer, no sean tímidos. Hablen, continúen el diálogo que ha sido tan bellamente preparado y conducido durante este 5º Encuentro Mundial”. Para él estas iniciativas son un signo visible de continuidad entre Francisco y León XIV, y una confirmación de que la Iglesia quiere seguir caminando con las personas excluidas, desde las periferias y hacia el centro de la esperanza, como recoge ‘Noticias Obreras’.
