El Papa preside una nueva audiencia jubilar en la Plaza de San Pedro ante numerosos peregrinos y rescata la figura de Nicolás de Cusa
Vatican City (Vatican City State (Holy See)), 25/10/2025.- Pope Leo XIV leads the Jubilee Audience in Saint Peter's Square, in Vatican City, 25 October 2025. (Papa) EFE/EPA/GIUSEPPE LAMI
El papa León XIV ha presidido este sábado una nueva audiencia jubilar en la Plaza de San Pedro. Una catequesis en la que ha desarrollado la relación entre la esperanza y dejarse guiar por la fe siguiendo las enseñanzas de Nicolás de Cusa, cardenal que vivió en el siglo XV y diplomático papal.
“Dios es un misterio en el que lo que está en tensión encuentra unidad”, señalaba el pontífice al recordad a un cardenal que creía en la humanidad. “Como los discípulos de Jesús, ahora debemos aprender a habitar un mundo nuevo”, señaló el Papa que invitó a mirar todo “a la luz de la resurrección del Crucificado” y desde la conciencia de que “somos salvados en esa esperanza”. León XIV destacó que Jesús “ha comenzado a educar nuestras miradas” y “sigue haciéndolo también hoy”, pero muchas veces no estamos acostumbrados a ver las cosas con esperanza.
“El amor ha vencido, aunque tengamos ante nuestros ojos muchos contrastes y veamos el enfrentamiento entre muchos opuestos”, defendió el Papa ante un mundo “convulso” como el que vivió Nicolás de Cusa. Este purpurado alemán vio rota “la unidad de la Iglesia, sacudida por corrientes opuestas y dividida entre Oriente y Occidente”, además en un tiempo de guerra “en el mundo y entre las religiones”. Una situación incierta y oscura que contrasta con su pensamiento lleno de “luz” para el mundo.
“Muchos de sus contemporáneos vivían con miedo; otros se armaban preparando nuevas cruzadas. Nicolás, en cambio, desde joven eligió estar con quienes tenían esperanza, a quienes profundizaban en nuevas disciplinas, a quienes releían los clásicos y volvían a las fuentes. Creía en la humanidad. Comprendía que hay opuestos que hay que mantener juntos, que Dios es un misterio en el que lo que está en tensión encuentra unidad”, reivindicó el pontífice.
Comentando la doctrina de la “docta ignorancia”, León XIV exclamó: “¡Cuántas preguntas ponen en crisis nuestra enseñanza! Preguntas de los jóvenes, preguntas de los pobres, preguntas de las mujeres, preguntas de quienes han sido silenciados o condenados por ser diferentes a la mayoría. Estamos en un tiempo bendito: ¡cuántas preguntas! La Iglesia se convierte en experta en humanidad si camina con la humanidad y lleva en su corazón el eco de sus preguntas”, reclamó invitando a “convertirnos en un pueblo en el que los opuestos se componen en unidad”, a ser “exploradores en el mundo nuevo del Resucitado”.
