El ex presidente de SM profundiza en los retos de futuro eclesiales durante la jornada de celebración de los 70 años de la editorial
Javier Cortés, en la jornada de celebración de los 70 años de PPC
“Es imprescindible hacer hoy una lectura profunda de los signos de los tiempos. El mundo no tiene nada que ver con el de hace diez años”. Es el encargo que el religioso marianista y ex presidente de SM, Javier Cortés, lanzó esta mañana a PPC, en su ponencia sobre el futuro de esta aventura editorial que cumple 70 años y que está celebrando hoy esta efemérides con una jornada formativa y de encuentro en la Universidad Pontificia de Salamanca.
Para ilustrar esa necesidad de renovarse, expuso cómo “Rosalía en su nuevo disco va vestido de monja, se llama ‘Lux’ y es impresionante sus motivaciones para abordar la espiritualidad”, y de la misma manera planteó que “‘Los domingos’ aborda la vocación religiosa y ha ganado la Concha de Oro de San Sebastián”. “Nosotros no somos un residuo del pasado, somos un ser que tiene que posicionarse desde el presente entre los jóvenes de hoy”, sentenció el referente en pedagogía cristiana.
“Francisco ha vuelto a esencializar la Iglesia y, sin embargo, los nuevos carismas como Hakuna y Emaús tienen una sensibilidad distinta. PPC no tiene que enredarse en críticas, tiene que ser quien comunique el Concilio Vaticano II a esa espiritualidad como lo hizo en su momento en tiempos del franquismo”, sugirió Cortés.
Para el religioso marianista, esa raíz “popular” de las siglas de PPC no pasa por “rebajar” el mensaje del Evangelio, sino por “ser capaces de llegar al presente” y de ser “católica en el sentido más intrínseco de la palabra”. “La única manera de tener futuro es responder a las necesidades profundas del presente”, insistió.
En su alocución, presentó la vinculación entre SM y PPC como “un matrimonio maravilloso que hay que mantener en su justa medida”. “Hay que tener mucho cuidado cuando se toman decisiones sobre la estructura, no se puede dirigir desde la amnesia”, añadió.
Con la mirada en el pasado, recordó que PPC “no es una editorial que se desarrolló en un proyecto, sino que es un ‘ser’”. En esta misma línea, comentó que “la identidad no tiene que mantenerse, es una búsqueda en el presente, se vive y se reencarna; es entonces cuando produce”.
De la misma manera, subrayó que PPC “no fue conciliar porque se convirtiera al Vaticano II, sino porque lo provocó”. “Es el Concilio Vaticano II en estado puro, no porque lo aprendiera, sino porque lo estaba viviendo ya antes”, ratificó Cortés, aplaudiendo el “posicionamiento crítico ante la Iglesia y la sociedad y la autenticidad” que mantuvo siempre Antonio Montero al frente del equipo fundador.
Con esta premisa, destacó que “El futuro solamente existirá en las grades tradiciones como la de PPC si somos capaces de traer al presente lo que se vivió en el origen, tanto en el histórico, como en el ser, en el ADN”. “¿Hoy estamos apostando por la Iglesia que está naciendo?”, se preguntó a modo de desafío el presidente de SM.