Vaticano

León XIV anima a “construir juntos el Reino de Dios” tras canonizar a siete nuevos santos

| 20/10/2025 - 18:10

El Papa pide imitar a los recién canonizados “con alegría, gratitud y esperanza”, destacando ejemplos de Armenia, Papúa Nueva Guinea, Venezuela, Ecuador e Italia





León XIV ha recibido esta mañana, en el Aula Pablo VI del Vaticano, a los peregrinos llegados con motivo de las canonizaciones celebradas ayer. En un discurso multilingüe y lleno de referencias a la diversidad de los pueblos representados, el Papa recordó que “la comunión de la Iglesia involucra a todos los fieles, en el espacio y en el tiempo, en cada lengua y cultura, uniéndonos como pueblo de Dios, cuerpo de Cristo y templo vivo del Espíritu Santo”.



“Los hombres y mujeres que ayer hemos proclamado santos son para todos nosotros signos luminosos de esperanza”, afirmó el Pontífice, “porque han ofrecido su vida en el amor de Cristo y de los hermanos”.

“El martirio fortalece la fe”

León XIV destacó, además, la figura del nuevo santo Ignacio Maloyan: “Fue un pastor según el corazón de Cristo y, en tiempos de grandes dificultades, no abandonó a su rebaño, sino que los animó para fortalecer su fe”. Cuando le pidieron que renegara de su fe a cambio de la libertad, “no dudó en escoger a su Señor, hasta derramar su sangre por Dios”.

“Esto me hace pensar con afecto en el pueblo armenio”, añadió, “que talla la cruz en la piedra como signo de una fe firme como la roca. Que la intercesión del nuevo santo renueve el fervor de los creyentes y traiga frutos de reconciliación y de paz para todos”.

“Defender la verdad, incluso a costa del sacrificio”

El Papa evocó después el testimonio del catequista papú Pedro To Rot, quien “nos ofrece un ejemplo inspirador de firmeza y fortaleza al predicar las verdades del Evangelio ante las dificultades y amenazas”. Durante la ocupación militar en la Segunda Guerra Mundial, To Rot “arriesgó su vida para continuar su apostolado en secreto, porque su labor pastoral había sido prohibida”.

“Este es un tiempo muy malo para nosotros y todos tenemos miedo”, recordó el Papa. “Pero Dios nuestro Padre está con nosotros y cuida de nosotros. Debemos orar y pedirle que permanezca siempre a nuestro lado”. “Que el ejemplo de san Pedro To Rot nos anime a defender las verdades de la fe, incluso a costa del sacrificio personal, y a confiar siempre en Dios en nuestras pruebas”, añadió.

León XIV en la audiencia por la canonización por 7 nuevos santos

“Fe, esperanza y caridad”

Dirigiéndose en español, el Papa se refirió a los dos nuevos santos venezolanos, José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles. “Los obispos de Venezuela han publicado el pasado 7 de octubre una carta con motivo del gozoso acontecimiento de ver en los altares a dos hijos de su amada tierra”, recordó, invitando a que este hecho “sea un fuerte estímulo para que todos los venezolanos se congreguen y sepan reconocerse como hijos y hermanos de una misma Patria”.

Citando a los prelados, el Pontífice invitó a reflexionar “sobre el presente y el futuro, a la luz de las virtudes que estos santos vivieron de manera heroica”. Y añadió: “Ciertamente la fe, la esperanza y la caridad deben motivarnos”.

“Dios estaba presente en sus vidas y las transformaba, haciendo de la sencilla existencia de una persona normal una lámpara que, en lo cotidiano, iluminaba a todos con una luz nueva”, afirmó. La caridad, continuó, “nace de acoger y compartir el don recibido; nos hace encontrar el verdadero sentido de una vida y nos pide que la construyamos por medio del servicio, sea a los enfermos, a los pobres, a los más pequeños”.

“Quien vive a mi lado está llamado a la misma santidad, y por ello debo verlo como un hermano al que respetar y amar, compartiendo el camino de la existencia, sosteniéndonos en las dificultades y construyendo juntos el Reino de Dios con alegría”, recordó el Papa.

“Una caridad que no se rinde”

León XIV continuó en italiano, alabando el testimonio de la salesiana María Troncatti, “que dedicó la vida al servicio de las poblaciones indígenas del Ecuador”. “Conjugando competencia médica y pasión por Cristo, esta generosa misionera curó los cuerpos y los corazones con el amor y la fuerza que brotaban de la fe y la oración. Su obra, verdaderamente incansable, es para nosotros ejemplo de una caridad que no se rinde ante las dificultades, sino que las transforma en ocasión de don gratuito y total de sí misma”.

También elogió a la veronesa Vincenza María Poloni, fundadora de las Hermanas de la Misericordia, cuyo carisma “testimonia la compasión de Jesús hacia los enfermos y los marginados”. “Nutriendo el compromiso social con una profunda espiritualidad eucarística y una devoción mariana, santa Vincenza nos anima a perseverar en el servicio diario a los más frágiles: es precisamente ahí donde florece la santidad de vida”.

“Del error a la misericordia”

El Papa recordó igualmente la conversión de Bartolo Longo, “que, convertido de una vida alejada de Dios, dedicó toda su energía a las obras de misericordia corporal y espiritual”. “Promovió la fe en Cristo y el amor a María mediante la caridad hacia los huérfanos, los pobres y los desesperados”.

“Que el Santuario de Pompeya”, pidió, “conserve y difunda el fervor de san Bartolo, apóstol del Rosario. Recomiendo de corazón esta oración a todos: sacerdotes, religiosos, familias y jóvenes. Contemplando los misterios de Cristo con la mirada de María, día a día asimilamos el Evangelio y aprendemos a practicarlo”.

Para concluir, León XIV animó a los peregrinos a regresar a sus países “con el corazón colmado de gratitud y con el ardiente deseo de imitar a los nuevos santos”. La suya, dijo, “es una santidad cercana, de carne y hueso, que nos invita a no rendirnos, a creer que la gracia de Dios transforma incluso la vida más común”.

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