Cono Sur

Los obispos de Tucumán llaman a acompañar a los menores trans con escucha, empatía y misericordia

| 16/10/2025 - 16:00

Los prelados piden, en una carta, proteger y cuidar a los pequeños en su desarrollo integral tras la cancelación del ‘Primer Encuentro Global de Infancias Trans’





Los obispos de las diócesis que conforman la provincia de Tucumán (la arquidiócesis de Tucumán, la diócesis de la Santísima Concepción y la Prelatura de Cafayate) enviaron una carta a la comunidad católica y a todas las personas de buena voluntad, dando a conocer el pensar y querer de la Iglesia sobre la dignidad infinita del ser humano: “Una dignidad infinita, que se fundamenta inalienablemente en su propio ser, le corresponde a cada persona humana, más allá de toda circunstancia y en cualquier estado o situación en que se encuentre” (‘Dignitas infinita’, 1).



Estas reflexiones se dan a partir del anuncio de lo que iba a ser el ‘Primer Encuentro Global de Infancias Trans’, y que finalmente fue cancelado.

Los obispos recordaron que la Iglesia tucumana desde hace años atiende, contiene y acompaña, tanto personal como grupalmente, la realidad de hermanos y hermanas trans* y en muchas situaciones de vulnerabilidad, buscando siempre el amor, la misericordia, la inclusión, la dignificación…, abrazando la vida como viene en todas las circunstancias y contextos.

Asimismo, aludieron a ‘Amoris laetitia’ del papa Francisco que, en su número 56, enseña que un “desafío surge de diversas formas de una ideología, genéricamente llamada gender, que niega la diferencia y la reciprocidad natural de hombre y de mujer; y presenta una sociedad sin diferencias de sexo, y vacía el fundamento antropológico de la familia”.

Respeto ante la creación

Además, referenciaron a la exhortación apostólica para reafirmar que esta ideología lleva a proyectos educativos y directrices legislativas que promueven una identidad personal y una intimidad afectiva radicalmente desvinculadas de la diversidad biológica entre hombre y mujer. En línea con este mismo texto, consideran inquietante que algunas ideologías de este tipo pretenden imponerse como un pensamiento único que determine incluso la educación de los niños. Por otro lado, no debe ignorarse que “el sexo biológico (sex) y el papel sociocultural del sexo (gender), se pueden distinguir, pero no separar”.

Para los obispos recordaron que “lo creado nos precede y debe ser recibido como don. Al mismo tiempo, somos llamados a custodiar nuestra humanidad, y eso significa ante todo aceptarla y respetarla como ha sido creada”.

Sumaron la opinión del papa Francisco, quien aludía a la configuración del propio modo de ser, femenino o masculino, en el que confluyen factores biológicos o genéticos, y múltiples elementos: temperamento, la historia familiar, la cultura, las experiencias vividas, la formación recibida, las influencias, y otras circunstancias que exigen un esfuerzo de adaptación. No se puede separar lo masculino de lo femenino de la obra creada por Dios, anterior a las decisiones y experiencias, con elementos biológicos que es imposible ignorar (‘Amoris laetitia’, 286).

Preocupación de los obispos

Los obispos tucumanos manifestaron que les preocupa inducir a niños y adolescentes con tratamientos irreversibles que todavía no están aptos para recibir. Los niños y adolescentes gozan de una limitada libertad responsable por carecer de la madurez que les permita tomar decisiones que comprometen su vida a futuro; su identidad se encuentra en formación y no pueden consentir válidamente decisiones médicas que puedan resultar irreversibles.

En consecuencia, los adultos deben cuidarlos y protegerlos ayudándolos a integrar su experiencia afectiva y corporal y custodiar su desarrollo integral, entendiendo la naturaleza humana “como persona sexuada que es totalidad bio-psico-socio-espiritual”.

El principio de precaución y el de “primero no hacer daño”, imponen ser prevenidos y abstenerse de intervenciones que en virtud de los derechos humanos y los derechos sexuales puedan contradecir los derechos de los niños y adolescentes.

Escucha y acompañamiento

Los prelados resaltaron que el mayor servicio que se le puede hacer a un niño que presenta incongruencia de género es el de la escucha y el acompañamiento en verdad y responsabilidad, que se necesitan mutuamente, y deben actuar al unísono.

Invitaron a toda la comunidad católica, a sus instituciones, asociaciones y movimientos a una actitud pastoral inspirada en la escucha, la empatía y la misericordia. También, a recibir en la caridad fraterna y acompañar a las familias que viven estas situaciones difíciles; a las personas de buena voluntad, a vivir con dignidad la vida con todos sus desafíos; y a dignificar a cada ser humano con el respeto, el diálogo, la comprensión, la paciencia; y el amor fraternal con todos, sin excepción.

El texto está firmado por los obispos de la arquidiócesis Carlos Sánchez y Roberto Ferrari, titular y auxiliar de Tucumán, respectivamente; José Díaz, obispo de Concepción, y Darío Quintana, OAR, prelado de Cafayate.

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