Vaticano

León XIV a las Agustinas Recoletas: “Donde hay amor, no hay dolor”

| 15/10/2025 - 19:15

El Papa recuerda que el corazón es el verdadero lugar donde comienza el camino espiritual y ha animado a las religiosas, a las que ha recibido hoy en audiencia, a recorrer “el delicioso camino del amor”





“Tú, Señor, no eres una cosa y tu recompensa otra, sino que tú mismo eres la recompensa inconmensurable”. Con estas palabras de santo Tomás de Villanueva, el papa León XIV acogió esta mañana en el Vaticano a las Agustinas Recoletas de la Federación de México, llegadas a Roma en el marco del Año Santo para vivir, dijo el Pontífice, “un encuentro de alegría con el Señor”.



El Papa ha invitado a las religiosas a mirar su vocación como un camino de peregrinación interior, donde “aunque haya muchos senderos, todos se reducen a dos: la misericordia y la verdad”. En esos dos caminos, añadió, “caminamos hacia el Señor: sirviendo como Marta en las obras de misericordia o descansando como María a los pies de Jesús para contemplar la verdad”.

Inspirándose en santo Tomás de Villanueva, el Pontífice habló del “delicioso camino del amor”, el sendero por el que toda alma consagrada está llamada a avanzar. “¿Hay algo más fácil, más placentero que amar?. Todos los que han llegado a la meta lo han hecho por este camino”, ha dicho el Papa.

León XIV en la audiencia con las Agustinas Recoletas

Paciencia y espíritu valiente

León XIV subrayó que ese amor no se conquista, sino que se recibe como don. “Por mucho que Dios te dé, si no te da su amor, te ha negado a sí mismo”, dijo, citando a Santo Tomás, y recordando a las religiosas que el corazón es el verdadero lugar donde comienza el camino espiritual: “Dios no mira lo que haces ni cuánto haces, sino cuánto creces en tu deseo y amor por Él. Porque, aunque cada uno será juzgado por sus obras, el valor de estas reside en la caridad del corazón”.

Asimismo, el Papa advirtió que cuando falta el fuego del amor, el trabajo se vuelve pesado y el alma pierde alegría. “Donde hay amor, no hay dolor”, insistió, animando a las Agustinas a vivir su entrega con serenidad y esperanza.

Antes de concluir, León XIV confió su misión a la Virgen del Buen Consejo y pidió la intercesión de santo Tomás de Villanueva, “que tanto amó la misión en América”, para que las religiosas puedan recorrer “este camino de perfección con paciencia y espíritu valiente, hasta alcanzar la meta”.

Etiquetas: papa León XIV
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