“Me ha impactado de la exhortación apostólica la alusión a monseñor Romero y el reconocimiento al aporte de la Iglesia latinoamericana sobre la opción por los pobres”, afirma en entrevista para Vida Nueva
Papa León XIV y cardenal Gregorio Rosa Chávez. Foto: Vatican Media
El cardenal salvadoreño, quien fue obispo auxiliar del Arzobispado de San Salvador, Gregorio Rosa Chávez, aseguró haber leído ya varias veces “con emoción y esperanza” la exhortación apostólica ‘Dilexi te’, sobre la que opinó: es “un documento esperanzador y profético del papa León XIV“.
En entrevista para Vida Nueva expresó lo que le ha “impactado” de ‘Dilexi te’, son “sobre todo dos puntos: la alusión a monseñor Óscar Romero y el reconocimiento al aporte de la Iglesia latinoamericana sobre la opción por los pobres y a lo largo de esta lectura he sentido muy cerca al papa Francisco, quien nos dijo tantas veces: En los pobres tocamos la carne de Cristo… recuerdo el momento en que… tres días después de su elección, exclamó: ‘¡Cómo quisiera una Iglesia pobre y para los pobres!’”.
El cardenal Rosa Chávez compartió que en la lectura de la primera exhortación apostólica del papa León XIV “se agolpaban en mi mente los recuerdos de la experiencia de la Iglesia posconciliar que fue naciendo entre nosotros bajo el impulso del Concilio Vaticano II. Como sabemos, América Latina fue el único continente que realizó una ‘recepción’ oficial de las enseñanzas conciliares. Para eso se reunieron en Medellín, en agosto de 1968, obispos de nuestro continente. En su discurso a los campesinos colombianos, san Pablo VI les llamó ‘sacramento de Cristo’”.
Destacó que el papa León XIV recogió en su exhortación apostólica el testimonio de Óscar Romero “y rinde homenaje a quien fue ‘voz de los que no tienen voz’ en el número 89 de su exhortación; en el mismo párrafo comparte su propia vivencia entre los pobres de Perú: ‘El martirio de san Óscar Romero, arzobispo de San Salvador, fue al mismo tiempo un testimonio y una exhortación viva para la Iglesia. Él sintió como propio el drama de la gran mayoría de sus fieles y los hizo el centro de su opción pastoral. Las Conferencias del Episcopado Latinoamericano en Medellín, Puebla, Santo Domingo y Aparecida constituyen etapas significativas también para toda la Iglesia. Yo mismo, misionero durante largos años en Perú, debo mucho a este camino de discernimiento eclesial’”.
Rosa Chávez recordó que dos días después de la elección del papa León XIV le entregó “un pequeño cuadro de monseñor Romero; me dijo que tenía una imagen del amado arzobispo en su oficina de Chiclayo. Esa sintonía en el amor a los pobres quedó reflejada en el saludo inaugural del nuevo obispo de Roma; nos habló así: ‘La paz esté con todos ustedes. Esta es la paz de Cristo resucitado, una paz desarmada y desarmante, humilde y perseverante… A todos vosotros, hermanos del mundo, queremos ser una Iglesia sinodal, que camina y busca siempre la paz y la caridad y estar cerca sobre todo de aquellos que sufren’”.