En los días en que la “chispa de esperanza” evocada por el papa León XIV durante el Ángelus comienza a hacerse más concreta en Tierra Santa, su cercanía se traduce en gestos tangibles hacia los más pequeños. Y es que, tal como recoge hoy Vatican News, el Papa han enviado a través de la Limosnería Apostólica 5.000 tratamientos antibióticos destinados a los niños de Gaza.
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El envío ha sido posible gracias a la apertura de los pasos fronterizos para el ingreso de ayuda humanitaria a la población de la Franja. “Damos seguimiento a las palabras contenidas en la exhortación apostólica Dilexi Te, dedicada a los pobres”, ha afirmado el cardenal Konrad Krajewski, prefecto del Dicasterio para el Servicio de la Caridad. “Es necesario pasar de las palabras a los hechos, prestar atención a quien sufre necesidad”, ha subrayado.
Los antibióticos, enviados a través del Patriarcado Latino de Jerusalén, ya han sido distribuidos entre los niños enfermos. El cardenal Krajewski señala además que, incluso durante los años de guerra, la Santa Sede mantuvo su ayuda mediante el envío de fondos para alimentos y combustible.
Hambruna en Gaza
La mano extendida a Ucrania
La caridad del Papa no se detiene tampoco ante el conflicto en Ucrania. Después de varias misiones con generadores eléctricos, ropa térmica y medicamentos, la Limosnería continúa apoyando la basílica de Santa Sofía en Roma, conocida como “la iglesia de los ucranianos”, desde donde parten camiones con bienes de primera necesidad hacia el este de Europa.
En los últimos días, a la ciudad de Járkov han llegado cajas blancas marcadas con las banderas del Vaticano y de Ucrania y con la inscripción: “Don de papa León XIV a la población de Járkov”. Dentro había alimentos, aceite, pasta, carne en conserva y productos de higiene.
