El Papa ha recibido hoy a las participantes en el XII Capítulo General de las Hijas de San Pablo
Leon XIV
León XIV ha recibido este 2 de octubre en la Sala del Consistorio del Vaticano a las participantes en el XII Capítulo General de las Hijas de San Pablo, congregación fundada hace 110 años por el beato Giacomo Alberione y la venerable Tecla Merlo. En su discurso, el Pontífice agradeció la labor evangelizadora que las paulinas realizan en más de 50 países a través de la comunicación, la edición y el mundo digital, animándolas a mantener vivo el carisma con “valentía y discernimiento”.
El Pontífice saludó a la nueva superiora general de las paulinas y a todas las delegadas procedentes de los cinco continentes, destacando que esa diversidad “expresa la universalidad de la Iglesia”. Recordó que su misión no consiste en difundir ideas abstractas, sino en entrar de lleno en la historia real de hombres y mujeres: “Se trata de habitar la cultura actual e introducirse en la vida concreta de las personas que encuentran”, subrayó.
León XIV propuso dos actitudes fundamentales para renovar la pasión evangelizadora: “mirar en alto” e “introducirse dentro”. La primera, explicó, recuerda que la misión nace de Dios: “El Espíritu es el protagonista de la misión; es Él quien multiplica nuestros talentos y calienta nuestros corazones cuando se enfría la alegría del Evangelio”. La segunda implica encarnarse en la vida concreta, siguiendo el ejemplo de Cristo que descendió a la humanidad herida para llevar el amor del Padre.
El Papa valoró la labor de las paulinas en la edición, las librerías, los medios digitales y la animación bíblica, aunque reconoció las dificultades actuales: “Las situaciones complejas exigen formación profesional de calidad, pero las fuerzas personales y materiales a veces son limitadas”. Invitó por ello a realizar “opciones valientes y exigentes” para discernir qué obras renovar y cómo sostener el apostolado.
Asimismo, alertó contra la tentación de separar misión y vida comunitaria: “Vigilad para que no haya distancia entre lo que predicamos y nuestro día a día. Solo así seréis fieles al método integral de Alberione: Via, Verdad y Vida; mente, voluntad y corazón”.
Retomando palabras de Francisco, León XIV animó a las Hijas de San Pablo a anunciar el Evangelio con ardor y empatía: “En este invierno cultural y eclesial que atravesamos, no tengáis miedo de arriesgar. Con mirada contemplativa y llena de empatía llevad la Buena Noticia a quienes tienen hambre de esperanza”.
