Primera comunión
En 2023 –últimos datos publicados–, 162.580 niños recibieron la primera comunión en España. Diez años atrás, en 2013, lo hicieron un total de 249.526; es decir, ha habido una reducción del 35% en la última década. Catequistas, delegados de Catequesis y Conferencia Episcopal dan dos respuestas claras: bajada de la natalidad y secularización. Pero, ¿hay más? ¿La catequesis está en crisis en España?
“A lo mejor no lo estamos haciendo adecuadamente y, aquí, tenemos el gran reto, porque nos está costando hacer, con creatividad, nuevos cristianos. Lo que se ha hecho siempre ahora no vale, porque no estamos en la misma sociedad de hace unos años. Pero esto no nos tiene que hundir, sino que lo tenemos que ver como una oportunidad para poder garantizar que la fe se siga transmitiendo y viviendo”, dice al otro lado del teléfono Francisco Romero, secretario técnico de la Comisión de Evangelización, Catequesis y Catecumenado de los obispos.
Los datos –compartidos en la Memoria de Actividades de la Iglesia Católica– no son mucho más halagüeños si tenemos en cuenta el número de catequistas. Mientras diez años atrás eran en total 106.510, en 2023 la cifra se situaba en los 81.080. O lo que es lo mismo, un 24% menos.
Con este análisis, la Iglesia ha comenzado el curso con una doble campaña: suscitar la vocación para los nuevos catequistas y animar a los padres a inscribir a sus hijos en catequesis. ¿Está todo cristiano preparado para acceder a este ministerio? “Es necesario que se forme bien. Además, no es lo mismo ser catequista hace 20 años que serlo hoy. Es necesario que venga una nueva generación con otra mentalidad que ayude a los niños de nuestro tiempo en el contexto en el que vivimos”, explica Romero.
En el mismo sentido se expresa Clara Arza, delegada de Anuncio y Catequesis de la Diócesis de Bilbao: “Los catequistas deben intentar transmitir lo que sienten y cómo se relacionan con Dios. Tienen que ser personas que ayuden a generar experiencias, no grandes experiencias, pero sí pequeñas experiencias de Dios. Y eso solo se hace si tú eso lo tienes alimentado y si eso lo vives en tu día a día”.
En relación con la formación continua, la Comisión ofrece un curso online de una hora semanal desde octubre hasta marzo, en esta ocasión, con el tema ‘La palabra de Dios en la catequesis’. Mientras, en la formación inicial se busca que los catequistas asuman que “no se trata de dar una clase, sino de una cosa bien diferente: un acompañamiento espiritual en el crecimiento de la fe”.
Asimismo, desde el Episcopado se están promoviendo las escuelas de formación de catequistas en las diócesis. Si algo tiene claro Romero es que “la formación del catequista no solamente puede ser intelectual o doctrinal, sino especialmente en lo que es su persona, en lo que es su fe, en lo que es su dimensión pastoral”. Es decir, “que un catequista esté bien formado, que sea capaz de dialogar no solo con el niño, con el adolescente o con el adulto, sino también con la familia”.