La secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina reivindica en la Universidad Complutense de Madrid la necesidad de intensificar “la construcción de puentes”
Emilce Cuda, en la Universidad Complutense de Madrid
“El papa Francisco me convocó para construir puentes”. Así se presentó esta tarde Emilce Cuda, secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina, ante los estudiantes y el profesorado de la Universidad Complutense de Madrid. La teóloga argentina pronunció la ponencia principal del seminario internacional ‘Iberoamérica y China. Historia, retos y desafíos’, que se celebró en el salón de grados de la Facultad de Filología.
‘Construyendo puentes de integración, reconciliación y fraternidad desde y hacia América Latina y el Caribe’ fue el título de la conferencia de Cuda, que fue presentada por el decano de Teología de la Universidad Pontificia Comillas, Ángel Cordovilla.
“La universidad está llamada hoy más que nunca a ser constructora de puentes, con valentía de ir adelante, sin miedo, y el coraje de tener un pensamiento crítico que no esté construido por los treinta caracteres de una red social”. “Tenemos que ser maestros de la sospecha”, aseveró, emulando al jesuita Juan Carlos Scannone, uno de los padres de la filosofía de la liberación.
A partir de ahí, puso a disposición de las autoridades universitarias el potencial de la Santa Sede para generar estos puentes de fraternidad. “Nosotros no creamos ni financiamos proyectos, sino que buscamos estimular el amor de las personas para poder configurar una gran familia para ver qué podemos aportar a este nuevo mundo que viene, que va a tener otras fronteras, en el que vamos a tener que clamar por otros derechos”, comentó Cuda.
“América Latina es apóstol, desde el significado de apóstol como ir hacia adelante sin miedo viviendo un credo, no repitiendo un credo”, defendió la investigadora, que hizo suyo el llamamiento de Jorge Mario Bergoglio: “O nos unimos, o nos hundimos”. En este sentido, reivindicó “la unidad en la diferencia es constitutiva al pueblo latinoamericano”.
La secretaria de la Pontificia Comisión se detuvo en la riqueza que genera el fenómeno migratorio, deteniéndose en la creciente presencia de estudiantes chinos en el continente latinoamericano. Fue en ese momento cuando Cuda desveló que “el sueño del papa Francisco, hasta el último momento, era rezar en China”.
En la mesa redonda posterior, donde Cuda compartió diálogo con Mariano Jabonero, secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos, ambos coincidieron en la necesidad de “incrementar la incidencia pública para poder transformar la realidad”.
