Cultura

Mosul reza de nuevo

| 28/09/2025 - 00:21

  • La Unesco reconstruye la iglesia de la Inmaculada Concepción y el convento de Nuestra Señora de la Hora, los dos grandes templos católicos devastados por el Dáesh
  • La iniciativa quiere hacer honor al nombre árabe de la ciudad, “puente” entre culturas y comunidades, “crisol de la identidad plural de Irak”
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Mosul crece sobre ruinas. Y los católicos han podido volver, por fin, al convento de Al-Saa’a, el complejo dominico de Nuestra Señora de la Hora, saqueado y devastado por el Dáesh –como todo Mosul– entre 2014 y 2017.



“Cuando comenzó la reconstrucción de Mosul, temíamos que esta parte de nuestro patrimonio fuera olvidada. Sin el impulso de la Unesco y el apoyo financiero de los Emiratos Árabes Unidos, la reconstrucción del convento nunca habría sido considerada. La razón por la cual la iniciativa ‘Revivir el espíritu de Mosul’ ha creado tanta esperanza es porque ha reconstruido la moral de la ciudad”, admite el hermano Nicolas Tixier, representante en Mosul de la Orden de Predicadores.

Junto a Al-Saa’a, fundado en 1870 por la primera misión pontificia enviada a Mesopotamia, también ha renacido la iglesia Al-Tahera, que data de 1859 bajo la advocación de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción.

Faro de esperanza

“Mosul vuelve a ser el faro de esperanza que nunca debió dejar de ser, un modelo de lo que puede hacerse para reconstruir mediante el poder de la cultura y la educación”, afirmó Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, al presentar el pasado 16 de septiembre junto al primer ministro iraquí, Mohammed Shia’ Al-Sudani, los dos grandes templos de la comunidad cristiana mosulí, además del gran referente musulmán: el complejo de la mezquita Al-Nouri, incluido su minarete.

La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, ante el convento dominico de Nuestra Señora de la Hora

 

Los tres monumentos simbolizan, de nuevo, este espíritu de Mosul, la joya de Nínive. “Mosul siempre ha sido un lugar de encuentro, donde se cruzan diferentes caminos –añade el hermano Tixier–. El convento de Nuestra Señora de la Hora fue construido tanto por cristianos como por musulmanes. En las últimas dos décadas, se convirtió en un santuario visitado por los fieles de ambas religiones. Esto es lo que caracteriza a Mosul: la ciudad es un mosaico, marcado por diferentes tonalidades que forman un diseño armonioso. Estos lazos fueron destruidos por la guerra. Hoy, queremos redescubrirlos”.

Reconstruir la sociedad

Y añade: “Reconstruir la ciudad juntos es una forma de reconstruir la sociedad. Queremos que estos sitios redescubran su propósito, para ayudar a dar vida a los tres elementos que estaban en el corazón de la primera misión papal a Mesopotamia: lo religioso, lo cultural y lo social. Este convento siempre ha estado abierto a todos, a personas de todos los sectores de la sociedad y de todas las religiones, tanto a mujeres como a hombres”.

Nuestra Señora de la Hora –con su famoso campanario y el reloj de cuatro esferas, patrocinado por Eugenia de Montijo, emperatriz de Francia por su matrimonio con Napoleón III– acogió la primera imprenta de Mesopotamia, y quiere seguir jugando un papel fundamental en la educación de la mujer, fiel a su historia.

“En las sociedades tradicionales, es importante contar con lugares en los que las mujeres puedan entrar y salir libremente, y esto incluye los lugares religiosos. Nuestra Señora de la Hora acogió la primera escuela para niñas en Mesopotamia y también la primera universidad para profesoras. Estas mujeres iraquíes se dispersaron por toda la llanura de Nínive y también viajaron a las montañas hasta Zakho, con el fin de establecer escuelas en las aldeas”, relata el hermano Nicolas Tixier.

“Nuestra misión no ha cambiado –prosigue–. Hoy en día, hay 150 hermanas dominicas en Irak que siguen el mismo tipo de enseñanza. Nuestra materia prima más importante es la humanidad”.

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Etiquetas: Irak
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