El arzobispo de Barcelona ha presidido hoy la celebración de la misa con motivo de la solemnidad de la patrona de la ciudad
Cardenal Omella en la celebración de La Mercè
El arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, ha presidido este miércoles la misa con motivo de la solemnidad de la Virgen de la Merced, patrona principal de Barcelona. “Pido a la Virgen de la Merced que los gobernantes, los empresarios, los agentes sociales y todos aquellos que también tienen alguna responsabilidad e influencia social y política, trabajen por el bien común y por la construcción de una sociedad más unida, más libre, más justa y solidaria”, ha dicho el prelado barcelonés durante su homilía. También ha pedido “la paz” en los conflictos armados en la Franja de Gaza y en Ucrania.
Concretamente, ha exhortado a rezar a Dios “para que, por intercesión de la Virgen de la Merced, inspire a nuestros gobernantes, reunidos estos días en Nueva York con motivo de la Asamblea General de las Naciones Unidas, para que hagan posible la paz que tanto anhelamos”.
Asimismo, el cardenal ha continuado con una reflexión acerca de la importancia de la familia, que es “un gran regalo de Dios para nuestras vidas y para la sociedad”. “Hay familias que lo pasan mal y no solo económicamente, sino, sobre todo, porque les falta la unión, el cariño, la ternura: se ha perdido el amor. El gran secreto para que una familia permanezca unida es que no deje de ir al manantial del amor, que no es otro que Dios”, ha señalado Omella.
Y es que “el amor tiende siempre a la unión. Eso lo sabéis muy bien los que estáis casados. No se trata solo de estar unidos, sino de ser uno”. “Y muchos dramas familiares surgen y se acrecientan por esa falta de unidad. Hay matrimonios y familias que son una suma de unidades, pero no llegan a ser uno”, ha apostillado.
Por todo ello, Omella ha defendido que “es necesario que tanto las administraciones públicas como los dirigentes políticos valoren y ayuden a las familias con auténticas políticas sociales y económicas que fomenten una vida digna y potencien su unidad. Reconozcamos agradecidamente la grandeza de la familia como pilar de la vida social”.
La celebración litúrgica, que ha tenido lugar ante más de trescientas personas, ha sido concelebrada por el obispo de Sant Feliu de Llobregat, Xabier Gómez; el obispo de Terrasa, Salvador Cristau; los obispos auxiliares de Barcelona, David Abadías y Javier Vilanova, y el superior provincial de los Mercedarios, José Juan Galve.
Entre las autoridades civiles presentes en esta ceremonia, ha estado el presidente del Parlamento de Cataluña, Josep Rull, y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni. También han asistido el delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto; los consejeros de la Generalitat de Cataluña, Albert Dalmau (Presidencia) y Ramon Espadaler (Justicia y Calidad Democrática), y el jefe de la 3ª Subinspección General del Ejército, el general César de Cea Quijano; más de veinte concejales del Ayuntamiento de Barcelona y cuatro tenientes de alcaldía.
Además, el acto ha contado con la asistencia de distintos mandos militares y policiales, así como de diputados y representantes de las universidades con sede en Barcelona. Finalmente, también ha destacado la presencia del director general de Asuntos Religiosos de la Generalitat de Cataluña, Ramon Bassas.
Por segundo año consecutivo, han asistido a esta misa solemne siete internas de la prisión de mujeres de Wad-ras. Además, han acudido tres internas que están en sección abierta y cuatro hombres que ya han cumplido condena, pero que todavía reciben el servicio de acompañamiento del Hogar de acogida ‘La Mercè’ de la Fundación Obra Mercedaria.
