Esperanzados. Así salieron los obispos bolivianos tras su audiencia privada con León XIV, celebrada el 20 de septiembre en el Palacio apostólico.
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La presidencia del Episcopado, encabezada por Aurelio Pessoa, obispo de Beni, repasó con el Papa temas de la realidad boliviana y lo invitaron a visitar el país del altiplano, “lo ha acogido estupendamente bien. Esperamos que aquello se haga realidad”, dijo Pessoa.
Bolivia está a puertas de tener un nuevo gobierno, luego de 20 años del partido del socialista Evo Morales en el poder, por eso, han visto propicia la ocasión para invitarlo, “creemos que es una esperanza”.
Entre risas, los prelados hasta sugirieron una visita conjunta a países vecino como Perú que “no está muy lejos de Bolivia. Le dijimos”.
Siendo general de los agustinos, Prevost visitó La Paz y Cochabamba, donde está una de las provincias de su congregación. Abordaron también la próxima visita ad limina, prevista para noviembre de 2026.
Temas varios
Entre las preocupaciones expresadas se encuentran la caída de las vocaciones sacerdotales y religiosas, porque “puede parecer raro hablar de falta de obispos, pero no habiendo vocaciones, disminuye la posibilidad de elegir nuevos pastores”.
Además han repasado el papel de la Iglesia como mediadora de conflictos, pues “Bolivia es eminentemente católica y eso ha sostenido al pueblo en muchos momentos difíciles”. En ello, sigue siendo la fuerza vida de la sociedad.
Cuando se acerca la segunda vuelta este 19 de octubre, confían que tras los comicios los bolivianos puedan superar las diferencias “con el esfuerzo de todos y la gracia de Dios”.
“Nos ha tocado acompañar al pueblo en situaciones como la crisis de 2019, la pandemia y ahora las elecciones”, sostuvo.