América

Manos Unidas cifra en 27 los líderes indígenas asesinados por el narcotráfico en Perú en los últimos cinco años

| 23/09/2025 - 18:52

La organización de la Iglesia católica considera urgente que el Estado peruano titule los territorios de las 717 comunidades aún sin reconocimiento legal





Manos Unidas ha denunciado el avance del narcotráfico en la Amazonía peruana, que ha dejado 27 líderes indígenas asesinados en cinco años y más de 500 pistas de aterrizaje clandestinas operando en territorios sin protección. El informe Narcotráfico en territorios indígenas de la Amazonía peruana, elaborado por el Instituto del Bien Común (IBC) con el apoyo de Manos Unidas, revela una crisis que amenaza la supervivencia de cientos de comunidades y exige una respuesta urgente del Estado peruano.



El reciente estudio documenta una realidad devastadora: 274 comunidades afectadas directamente por el narcotráfico, más de 500 pistas de aterrizaje clandestinas en territorios indígenas y al menos 717 comunidades que siguen sin título de propiedad sobre sus tierras, y por tanto expuestas al avance de las economías ilícitas.

“El 70% de los asesinatos de líderes amazónicos están vinculados al narcotráfico. La tierra sin título es tierra vulnerable. La inseguridad jurídica es el origen de muchos de estos crímenes”, afirma Luis Hallazi, investigador del Instituto del Bien Común (IBC), socio local de Manos Unidas.

Voces desde el territorio

“Desde 2020, seis líderes del pueblo kakataibo han sido asesinados. No sabemos quiénes serán los próximos”, añade Marcelo Odicio, presidente de la Federación Nativa de Comunidades Kakataibo (FENACOCA), organización con la que colabora Manos Unidas.

Además del pueblo kakataibo, decenas de pueblos indígenas sufren el avance de las economías ilícitas en el norte amazónico. María (nombre ficticio por cuestiones de seguridad) describe el impacto del narcotráfico en la vida del pueblo awajún, el segundo más grande en la Amazonía peruana: “El agua que antes bebíamos ahora está contaminada por los residuos de la pasta básica de cocaína. Ya no podemos pescar ni confiar en las fuentes naturales. Los que trabajan en los cultivos ilícitos nos intimidan”, denuncia en una conversación con Manos Unidas.

La respuesta de Manos Unidas

Desde 2018, Manos Unidas desarrolla un programa integral junto al IBC y el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP) que ha formado a más de 150 dirigentes de ocho comunidades del pueblo indígena kakataibo en derechos territoriales y organización comunitaria.

El proyecto impulsa la creación de Guardias Indígenas para la autodefensa pacífica y ayuda a la documentación de violaciones de derechos humanos que han llegado hasta Naciones Unidas. “Nuestra estrategia es clara: apoyamos a las comunidades indígenas en la defensa jurídica de sus territorios y en la incidencia para que se creen políticas públicas interculturales que enfrenten el narcotráfico con su participación”, explica Mariana Ugarte, responsable de proyectos de Manos Unidas en Perú.

Además, Manos Unidas trabaja para impulsar modos de vida alternativos frente al avance de las economías ilícitas. “Apoyamos proyectos de desarrollo diferentes, como el cultivo de cacao y café, que permiten generar ingresos sin depender de las economías ilícitas”, subraya Mariana Ugarte.

Manos Unidas respalda las peticiones de los pueblos indígenas al Estado peruano, tales como la titulación inmediata de los territorios de las 717 comunidades sin reconocimiento legal; la protección efectiva para los líderes amenazados por defender sus tierras; la participación directa de las comunidades en el diseño de políticas antidrogas y el enfoque intercultural en las estrategias de seguridad, que ponga la vida por encima de los intereses criminales y económicos.

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