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El cardenal de Santiago de Chile afea a Gabriel Boric el proyecto de ley de eutanasia: “No vamos a guardar silencio”

| 19/09/2025 - 12:09

Fernando Chomalí celebró, en la catedral, un Te Deum por el aniversario de la independencia del país con la presencia del presidente





Chile celebra el aniversario n° 215 de su independencia y, como se hace desde el primer año, en la catedral de Santiago tiene lugar un Te Deum ecuménico en el que participan las autoridades de los tres poderes del Estado: el presidente, Gabriel Boric, y varios de sus ministros; parlamentarios; representantes del poder judicial; además de delegaciones de las fuerzas armadas, diplomáticos y gran cantidad de fieles.



El alma de Chile

En Santiago, la ceremonia estuvo presidida por el cardenal arzobispo, Fernando Chomalí, quien inició su homilía abordando el sistema educacional: “Estoy convencido de que los dramas que vive Chile son fruto del empobrecimiento en la educación, más centrada en adquirir conocimientos profesionales orientados a producir, consumir y competir, que al discernimiento que emana de la filosofía, la ética y el saber teológico centrados en la verdad del ser humano, su condición de ser social y su vocación originaria de ser para los demás”.

“El Te Deum es un momento sagrado en el que el pueblo de Chile pone su vida y su futuro en las manos del Señor. Permítanme ahora profundizar en la riqueza del alma de Chile, esa que nos une y nos da esperanza ante los desafíos que hemos de enfrentar con urgencia”, continuó.

En el actual marco de incertidumbre y violencia se refirió a cuatro pilares que “son patrimonio vivo que constituye nuestra salvaguarda y nuestra mejor garantía frente a la adversidad”: la familia, donde destaca el cuidado del niño porque “cimenta la casa donde habitaremos toda nuestra vida. Procurar una infancia libre de temores y con experiencias de amor sincero, es la mejor política pública para estos tiempos”.

Luego destacó la fe, segundo pilar: “Son millones los que peregrinan a santuarios y participan de las fiestas religiosas”. Agregó que “una sociedad que se fundamenta en la dignidad de la persona, creada por Dios, es garantía de estabilidad y de respeto por los demás. La fe nos vincula sin hacer distinción de personas ni de clases sociales, nos reúne en torno a un bien sobrenatural, anima la esperanza y hace brotar la caridad”.

Defensa de la vida

“Chile es un país laico, lo sabemos -continuó Chomalí-, pero ello no significa que los creyentes tengamos que guardar silencio cuando vemos amenazados los fundamentos de la democracia y del Estado de Derecho, sobre todo cuando se pretende aprobar leyes claramente injustas como el aborto y la eutanasia, porque atentan contra quienes el Estado debiese cuidar y proteger celosamente, los más débiles”, aludiendo al proyecto de ley en actual discusión en el parlamento para legalizar la eutanasia.

El purpurado aseguró continuar aportando al debate desde la razón y la fe. “Lo dijimos ayer cuando se violaban los derechos humanos en Chile, lo decimos hoy con la misma convicción: la vida humana siempre es un bien intocable y nadie tiene el derecho a arrebatarla ni a disponer de ella”, exclamó.

Respecto al tercer pilar, la democracia, Chomalí afirmó que “el pueblo de Chile ama la democracia, reconoce su valor y sabe el costo que se paga cuando se pierde. Ello exige agradecer, pero al mismo tiempo, estar atentos a las corrientes que minimicen su valor”.

La solidaridad fue el cuarto pilar destacado por el cardenal como salvaguarda y garantía nacional frente a la adversidad: “El talante de la sociedad se mide por la capacidad que tenemos para sufrir con los que sufren, de llorar con los que lloran y de alegrarnos con los que se alegran”.

Estos cuatro pilares son “la antesala firme y gloriosa de la paz social que nos llevará a la paz del corazón. La paz social no se decreta, se construye cuando todos se sienten parte de una comunidad que los acoge, valora y cuida, especialmente si son débiles o están enfermos”, resumió el cardenal.

Gabriel Boric, durante el Te Deum celebrado en la catedral de Santiago de Chile

Pensar en grande

Parafraseando al papa León XIV invitó a ‘pensar en grande’. “¿Qué significa ese ‘pensar en grande’ para nosotros en el ahora de la historia? Les propongo tres desafíos importantes: un proyecto común, recuperar la ética como centro de la vida personal y promover el valor de lo comunitario”, explicó.

En primer lugar, pidió que “todos –sin excepción– trabajemos por un proyecto común. Una nación no se construye sumando proyectos individuales, sino aunando fuerzas en torno a un propósito que nos cohesione, que nos oriente al bien común y que ayude decididamente a humanizar la sociedad”.

Cuidar lo público

Para recuperar la ética como centro de la vida personal señaló que “la ausencia de la pregunta por lo que es bueno, justo y correcto ha dañado la fe pública y el aparato estatal, minando la confianza de las personas honestas que, día a día y con dificultad, sacan adelante a sus familias”.

“El tercer gran desafío nos lleva a cuidar lo público. Debemos reconocernos como un pueblo con anhelos comunes y que sabe el valor de procurar el bien común”, afirmó Chomalí.

Cerró este llamado a ‘pensar en grande’: “Estamos llamados a hacer de Chile un país sin odiosas exclusiones y donde cada cual tenga techo, trabajo y tierra. Superar la lógica individualista es la tarea que nos apremia”.

Finalizó su homilía con una pregunta para cada uno: “¿Qué sociedad vamos a dejarle a las futuras generaciones?”. En este período previo a la elección de presidente de la República, dijo que “Chile necesita líderes probos y consecuentes” y señaló a las autoridades que “la ciudadanía reclama gestos concretos de quienes ejercen responsabilidades públicas: gestos de justicia, de respeto, de amor a la verdad y al bien común”.

“No están los tiempos para otra cosa que no sea el amor, la cooperación y la generosidad”, finalizó Chomalí antes de pedir a la Virgen del Carmen que “nos ayude en esta hermosa tarea”.

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