El cardenal Gregorio Rosa Chávez refiere que el sacerdote jesuita español -fallecido el 5 de septiembre- era un “hombre excepcional que se hizo salvadoreño de verdad”
Padre José María Tojeira. Foto: Instituto de Derechos Humanos de la UCA
El cardenal salvadoreño Gregorio Rosa Chávez recordó al padre José María Tojeira Pelayo -fallecido el 5 de septiembre a los 78 años de edad-, de quien dijo: “como el Jesús de los discípulos de Emaus, el padre ‘Chema’ nos enseñó cómo escuchar con el corazón y cómo acompañar a quienes caminan sin esperanza y creen que todo está perdido”.
El día en que se anunció su muerte, los Jesuitas en Centroamérica señalaron acerca del sacerdote jesuita español: “le tocó vivir el asesinato de los mártires de la Universidad Centroamericana (UCA) en 1989 y no se escondió, sostuvo la fe y la esperanza en medio del miedo, buscando la justicia con serenidad y valentía”.
Rosa Chávez, quien fue obispo auxiliar de San Salvador, se encontraba en Roma cuando falleció el padre Tojeira, por lo que lamentó no dar al sacerdote el último adiós: “Me duele en el alma no poder estar presente en la misa exequial del padre Tojeira… quien vivió su entrega, día a día y minuto a minuto entre nosotros“.
Por ello, compartió con los medios de comunicación un mensaje, en el que refirió que el sacerdote jesuita español -quien llegó a Centroamérica en los años 70 y que se desempeñó como docente y posterior rector de la UCA en El Salvador- era un “hombre excepcional que se hizo salvadoreño de verdad, que amó a esta tierra y su gente, sobre todo a los preferidos de Dios… He seguido con atención las reacciones de cariño, admiración y respeto expresadas por personas que le conocieron”.
Para el cardenal Rosa Chávez, el padre ‘Chema’ portaba una sonrisa inconfundible “que comunicaba paz y seguridad. ¡Cuánto la vamos a extrañar!… caminando con el pueblo iluminó las mentes y dio calor a tantos corazones afligidos. Trabajé con él desde 1986, despues del terremoto del 10 de octubre. Desde entonces me di cuenta de cómo vivió el lema que guió todos los esfuerzos para levantar el alma salvadoreña. El lema era ‘solidarios en el dolor y unidos en la esperanza’”.
Asimismo, recordó que el papa León XIV, en su primer mensaje, “nos invitó a construir juntos una paz ‘desarmada y desarmante’. Así fue la palabra del padre Tojeira: desarmada porque no se dejó provocar, y desarmante porque con su sonrisa dijo verdades con una lógica irrebatible, pero impregnada de respeto y amor. En tiempos en los que la atmósfera se vuelve irrespirable, cuánto bien nos hacía escucharle y dejarse contagiar por su sabiduría cordial y fraterna”.
Padre ‘Chema’ -continuó el cardenal- “Nos vas a hacer mucha falta, pero estamos seguros de que seguirás caminando con este pueblo sufrido. Que descanses en paz porque tus obras te acompañan. Gracias de todo corazón”.
