Vaticano

León XIV recuerda en el ángelus los 60 años del Sínodo de los Obispos para relanzar la sinodalidad en la Iglesia

| 14/09/2025 - 12:12

El pontífice preside la tradicional oración mariana en el día de su 70 cumpleaños en el que está convocada la Conmemoración de los mártires y testigos de la fe del siglo XXI





El papa León XIV, en el día de su 70 cumpleaños, no ha faltado a su cita dominical con los fieles para el rezo del ángelus ante una plaza con diferentes carteles de felicitación. Aunque hablando de cumpleaños, el pontífice recordó los 60 años de la puesta en marcha del Sínodo de los Obispos por parte de Pablo VI, a quien deseó un renovado compromiso por la sinodalidad en la misión de la Iglesia. Tras saludar a los distintos grupos presentes, confesó –lleno de emoción– que era su 70 cumpleaños y dio gracias al Señor, a sus padres y a cuantos han rezado por él. Ante los gestos festivo agradeció nuevamente a todos dicho gesto.



Entrega en la cruz

En su reflexión, en el día de la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, comentó el evangelio del día, el encuentro de Jesús con Nicodemo (cf. Jn 3,13-17), un judío que “tiene necesidad de luz, de guía, busca a Dios y pide ayuda al Maestro de Nazaret, porque en Él reconoce un profeta, un hombre que cumple signos extraordinarios”. Jesús se le revela como el Hijo de Dios y es que, dice el evangelio, “Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en Él no muera, sino que tenga Vida eterna”. Pero Nicodemo “no comprende plenamente el sentido de estas palabras”, lo hará tras la muerte y “después de la crucifixión, ayudará a sepultar el cuerpo del Salvador”. “Comprenderá entonces que Dios, para redimir a los hombres, se hizo hombre y murió en la cruz”, explicó el Papa.

Dios nos salvó mostrándose a nosotros, ofreciéndose como nuestro compañero, maestro, médico, amigo, hasta hacerse por nosotros pan partido en la eucaristía. Y para cumplir esta obra se sirvió de uno de los instrumentos de muerte más cruel que el hombre haya jamás inventado: la cruz”, prosiguió León XIV. Para el pontífice esta es la “exaltación” de la cruz, una celebración que “hacemos por el amor inmenso con el que Dios, abrazándola para nuestra salvación, la transformó de medio de muerte a instrumento de vida, enseñándonos que nada puede separarnos de Él y que su caridad es más grande que nuestro mismo pecado”, destacó parafraseando una catequesis del papa Francisco. El Papa concluyó su reflexión previa a la oración pidiendo con María “que también en nosotros se arraigue y crezca su amor que salva, y que también nosotros sepamos donarnos los unos a los otros, como Él se ha donado enteramente a todos”.

Etiquetas: papa León XIV
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