El Pontífice dedica El Video del Papa de septiembre a la relación del ser humano con la creación
Misa por la Custodia de la Creación celebrada por León XIV en Castel Gandolfo
En una nueva edición de El Video del Papa, correspondiente al mes de septiembre, León XIV solicita oraciones “para que, inspirados por San Francisco, experimentemos nuestra interdependencia con todas las criaturas, amadas por Dios y dignas de amor y respeto”. La Red Mundial de Oración del Papa, que se encarga de la realización y la difusión del video, ha contado en esta ocasión con la ayuda del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
La intención de oración de León XIV para este mes –‘Por nuestra relación con toda la creación’– se inserta en el contexto del Tiempo de la Creación, un período ecuménico, del 1 de septiembre al 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís, que une a los cristianos de diversas denominaciones en oración y acción por el cuidado de la tierra.
En efecto, en la plegaria inédita que recita en el vídeo, el Pontífice pide al Señor: “Ayúdanos a descubrir Tu presencia en todo lo creado, para que… podamos sentirnos y sabernos responsables de esta casa común, donde nos invitas a cuidar, respetar y proteger la vida”.
El video que acompaña la intención de oración del Papa y la oración que reza subrayan precisamente el momento especial en el que se está desarrollando el Tiempo de la Creación 2025, que une dos aniversarios: el 800° del Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís y el 10° de la encíclica Laudato Si’ del papa Francisco.
El Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, Cristóbal Fones, destaca que la intención de este mes “nos recuerda la interconexión de este mundo: no se puede separar el bienestar humano del de los demás habitantes de la tierra y del ‘estado de salud’ de nuestro planeta”.
“Este mes, el Papa nos invita a reflexionar sobre cómo afectan nuestras acciones a la naturaleza, obra de Dios; y a buscar modos de vida que promuevan la restauración del equilibrio natural y la armonía entre el ser humano y el medio ambiente. En medio de un mundo tan competitivo, agitado y dominado por la dinámica del consumo, gran parte de la humanidad anhela profundamente un modo bueno de vivir, más cercano a la naturaleza, más respetuoso con ella; un estilo que nos permita contemplarla en un silencio atento que lleve al encuentro con nosotros mismos, con Dios y con los demás”, subraya Fones.
Para Fones, San Francisco puede inspirarnos en este camino hacia una vida “más simple, menos consumista; una vida basada en una relación fraternal con los demás y con la naturaleza, y en una relación filial, de amor y gratitud, con Dios”.