A dos semanas del estreno de la serie documental de HBO Max, que refiere los abusos del sacerdote mexicano, la congregación recuerda que desde hace 15 años emprendieron “un proceso de transformación que incluye atención a las víctimas”
Marcial Maciel. Foto: EFE. J.L. Pino
La oficina de comunicación de los Legionarios de Cristo en México y Centroamérica difundió un comunicado en el que señaló: “Reconocemos que el daño causado por el padre Marcial Maciel es profundo. Por ello, desde hace más de 15 años hemos emprendido un proceso de transformación institucional que incluye la escucha y atención a las víctimas, la implementación de protocolos de prevención en todas nuestras obras, la rendición de cuentas, y una formación continua sobre abuso de poder, conciencia y sexualidad”.
Las declaraciones llegan a dos semanas del estreno de la serie documental de HBO Max ‘El lobo de Dios’, que refiere los abusos del sacerdote mexicano Maciel, fundador de la congregación religiosa católica.
En el texto, los Legionarios de Cristo expresan su profunda solidaridad y cercanía con las víctimas de los abusos cometidos por el padre Maciel, “a la vez que les expresamos nuestro reconocimiento por su valentía para denunciar estos hechos y hacer posible el proceso de conversión y renovación que seguimos recorriendo. Reconocemos el inmenso dolor y la gravedad de las heridas que este oscuro capítulo ha dejado en muchas vidas y continuaremos en nuestro esfuerzo de escuchar, acompañar y reparar los daños causados”.
En el texto se dirigieron a “las víctimas y a quienes se han visto afectados por estos hechos”; citaron un mensaje del Capítulo General Extraordinario del 20 de enero de 2014, en el que se señaló: “Hoy reconocemos con tristeza la incapacidad inicial de creer los testimonios de víctimas del padre Maciel, el largo silencio institucional y, más adelante, los titubeos y errores de juicio a la hora de informar a los miembros de la congregación y a las demás personas. Pedimos perdón por estas deficiencias que han aumentado el dolor y el desconcierto de muchos”.
Asimismo, refirieron lo expresado en el comunicado del Capítulo General 2020 sobre ‘Conversión y reparación’: “A lo largo de las décadas algunos de nuestros hermanos mayores advirtieron para que nuestra congregación corrigiera el rumbo en lo referente a abusos sexuales, de poder y de conciencia que se iban dando por parte del padre Marcial Maciel y de otros legionarios. Mencionamos entre ellos a Federico Domínguez y el padre Luis Ferreira con sus informes de 1956. También Juan José Vaca con su carta de 1976 y Juan Manuel Fernández Amenábar que en 1995 dijo que perdonaba, pero también pedía justicia. Posteriormente siguieron las denuncias públicas de ocho víctimas de abusos por parte del padre Maciel a partir de 1997: el padre Félix Alarcón, José Barba, Saúl Barrales, Alejandro Espinosa, Arturo Jurado, José Antonio y Fernando Pérez Olvera y el ya mencionado Juan José Vaca“.
Del comunicado también citaron el apartado 3, en el que se aseguró: “Retractamos los juicios negativos, institucionales y personales, sobre el carácter y las motivaciones de las personas que presentaron acusaciones legítimas y necesarias. Hoy reconocemos como profética su denuncia en favor de la verdad y la justicia (cf. Mt 5, 6). Pedimos perdón por nuestra ceguera y omisión, que llegó a dañar su buen nombre, y les agradecemos el bien que hicieron no solamente a nosotros sino a la misma Iglesia católica, ya que su valentía ayudó también a otras personas a denunciar abusos sexuales perpetrados por sacerdotes indignos, superando la vergüenza que ello implica”.
De manera particular sobre el documental recientemente estrenado, aseveraron: “los hechos y prácticas reprobables del padre Maciel han sido reconocidos públicamente por la Santa Sede y por nuestra congregación desde hace más de una década. En 2006, el papa Benedicto XVI, a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ordenó al padre Maciel retirarse a una vida de oración y penitencia y apartándolo del ejercicio público del ministerio sacerdotal”.
Mencionaron que en 2010 “la Legión de Cristo aceptó públicamente la verdad de las acusaciones, pidió perdón a las víctimas iniciando un camino profundo de reflexión y renovación. En 2014, el Capítulo General, órgano supremo de gobierno de una congregación religiosa, reafirmó con claridad que el padre Maciel no puede ser considerado un modelo de santidad ni un referente para la vida de la congregación. En 2020, el papa Francisco volvió a subrayar que, aunque el padre Maciel fue el fundador histórico, su comportamiento delictivo impide presentarlo como ejemplo a imitar“.
También aseguraron que en 2022, fueron contactados por la productora responsable del documental “solicitando una entrevista. Tras discernirlo con seriedad, aceptamos participar con la entrevista como un acto de responsabilidad y transparencia, ofreciendo información oficial, verificada y dando testimonio del camino de renovación que hemos recorrido”.
Desde el inicio -apuntaron- “dejamos claro que nuestra participación no implicaba coproducción ni colaboración editorial. La congregación no tuvo conocimiento del contenido final, ni intervino en la aportación ni selección de imágenes ni testimonios. Lamentamos sinceramente que hayan sido utilizadas imágenes de personas —incluidos menores en su momento, exconsagradas y sacerdotes— sin su autorización ni la nuestra, lo cual ha generado malestar en varios de ellos. Respetamos su dignidad, su trayectoria y su derecho a la privacidad”.
Como parte del proceso de transformación institucional, destacaron que publican informes anuales y colaboran con organismos especializados, tanto eclesiales como civiles. “Toda esta información puede consultarse en la web creada para ello. Esta realidad es una invitación a toda la sociedad para continuar la reflexión profunda y colectiva sobre la importancia de la verdad, la justicia y la responsabilidad para erradicar cualquier tipo de abuso en las familias, instituciones deportivas, el mundo del espectáculo, la Iglesia y en todos los espacios donde las personas sean vulnerables”.