Europa

139 cardenales, arzobispos, obispos y abades se plantan ante las desigualdades generadas por el Gobierno y el Parlamento italiano

| 27/08/2025 - 11:30

“No podemos ni debemos resignarnos a sancionar la muerte de una parte significativa de la nación”, señala la carta abierta a las autoridades políticas





“Asistimos al eclipse participativo más grave jamás vivido” en el que “se impone una narrativa diferente de la realidad, capaz al mismo tiempo de manifestar una clara voluntad de colaboración y de apoyo auténtico y equilibrado, con el fin de favorecer las resistencias virtuosas en curso en las llamadas ‘zonas internas’, donde, lamentablemente, incluso el sentido de comunidad se ve amenazado por las continuas emergencias, la escasa concienciación y la resignación”. Es la denuncia que hacen 139 cardenales, arzobispos, obispos y abades italianos a través de una “Carta abierta al Gobierno y al Parlamento” y que será entregado al grupo parlamentario dedicado a las zonas desfavorecidas de Italia.



El reto delas zonas empobrecidas

Para los firmantes, “el país se está ampliando la brecha de las desigualdades y las diferencias”, según explica el arzobispo de Benevento y promotor de unas jornadas sobre las ‘zonas internas’ del país más empobrecidas como son las regiones del Sur o las islas, Felice Accrocca, para quien “no podemos ni debemos resignarnos a sancionar la muerte de una parte significativa de la nación”. Y es que estas zonas empobrecidas son “un reto que la política debe saber afrontar si no quiere asistir a su propio fracaso”.

La carta surge a partir de la publicación del Plan Estratégico Nacional de las Zonas Interiores en el que se contempla especialmente la “despoblación irreversible”, algo que para los firmantes supone el “suicidio asistido” de esos territorios. Lugares en los que la Iglesia ha reforzado una pastoral específica y Cáritas italiana está desarrollando proyectos –como son la “activación de una red de enfermeros y operadores sociosanitarios de la comunidad, servicios de taxi social, valorización de los recursos existentes para favorecer el empleo y el espíritu empresarial local” financiados a través de la aportación de los contribuyentes a la Iglesia católica–, según señalan.

Criticando las medidas políticas electoralistas realizadas los obispos piden que “se explore con realismo y sentido del bien común cualquier hipótesis para invertir la narrativa actual de las zonas interiores”. Además reclaman “que se inicie un proceso plural y compartido en el que los actores contribuyan a fomentar la participación y el debate, con el fin de generar una repoblación de ideas antes incluso que una repoblación demográfica”, para lo que se sugieren distintas medidas concretas. “En estos lugares donde la vida corre peligro de desaparecer, esta puede adquirir una calidad superior: contemplarlos con el mismo espíritu con el que se está al lado de un moribundo sería, además de una grave miopía política, una injusticia para toda la nación, ya que un territorio sin presencia humana está sometido a una mayor presión de las fuerzas de la naturaleza, con el riesgo, nada hipotético, de favorecer nuevos y cada vez más graves desastres medioambientales, sin contar el riesgo de perder parte de ese inmenso patrimonio artístico y arquitectónico que convierte a toda Italia en un museo al aire libre”, denuncian los prelados.

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