Tras la conclusión del Jubileo de los Jóvenes, el cardenal Baldassare Reina presidió un encuentro multitudinario con jóvenes y matrimonios en Tor Vergata
Después de la Eucaristía que ponía fin al Jubileo de la Juventud, presidida por el papa León XIV, el Camino Neocatecumenal celebró en Tor Vergata su propio Jubileo del Camino, un encuentro que reunió a más de 120.000 jóvenes de todo el mundo.
Tal como recoge Vatican News, Kiko Argüello, iniciador del Camino, alzó la voz para denunciar que “la familia está siendo atacada” y para recordar que el matrimonio cristiano es una vocación seria, un don para entregar la vida a Cristo.
De esta manera, Tor Vergata —lugar emblemático para el Camino, que suele organizar allí grandes encuentros de oración y evangelización— se llenó de jóvenes provenientes de 109 países, acompañados por sacerdotes, catequistas y una veintena de obispos.
“El encuentro busca recoger los frutos del Jubileo de la Esperanza”, explicó Argüello, animando a cimentar la fe bautismal “sobre roca firme”. Recordó también que Europa vive “una profunda crisis vocacional” y por ello urgió a los presentes a responder al llamado de Dios con libertad y sin temor.
“Muchos escuchan el llamado, pero por miedo, dicen que no”, lamentó Argüello. “Por eso estamos aquí, para ayudarnos unos a otros a escuchar, y responder con valentía”. En este sentido, el cardenal Baldassare Reina, vicario del Papa para la diócesis de Roma, abría el encuentro señalando que “la mies es mucha y los obreros pocos”, por lo que alentó a los jóvenes a “aspirar a lo más grande: la santidad”.