Guillermo Vera Soro rezó por las víctimas tras el derrumbe que aplastó a seis hombre en El Teniente
A las 12 del domingo, en la capilla El Buen Pastor de Rancagua, el obispo diocesano Guillermo Vera Soto, presidió una Eucaristía ofrecida por los trabajadores afectados, especialmente por aquellos que han perdido la vida en este lamentable suceso y por sus familias. “Que el amor de Dios nos dé fuerza en la esperanza y nos permita acompañar en su dolor a aquellos que hoy atraviesan esta difícil prueba”, dijo el obispo en su invitación a este encuentro de oración.
El jueves a las 17,34 horas un sismo grado 4,2 Richter, registrado a 300 metros de profundidad de la mina, colapsó un trozo de una de las más nuevas áreas subterráneas de trabajo en la división El Teniente, provocando un derrumbe en el séptimo nivel hacia abajo, a 900 metros de profundidad.
El Teniente es una mina de cobre a 120 kilómetros al sur de Santiago en la cordillera de Los Andes, 50 kilómetros al oriente de Rancagua y a 2.300 metros sobre el nivel del mar. Pertenece a la Corporación del Cobre, CODELCO, y la forman más de 4.500 kilómetros de galerías subterráneas por lo que se la considera la mina subterránea de cobre más grande del mundo.
Inmediatamente ocurrido el derrumbe se constató la muerte de una persona y otros 5 que habrían quedado atrapados. CODELCO activó una fuerte actividad para despejar el túnel y llegar hasta el punto donde se sabía que estaban los atrapados. A medida que se acercaron al lugar fueron encontrándolos muertos. Esta es la mayor tragedia en El Teniente desde 1990. Esta vez dejó 6 muertos y una decena de mineros heridos.
En la misa participaron el gobernador regional, Pablo Silva; la diputada Marcela Riquelme; otras autoridades de gobierno y los alcaldes de Rancagua, Raimundo Agliati, y Machalí, Juan Abud.
En su homilía, Vera expresó que “hoy levantamos nuestra mirada una vez más al Señor y, de este dolor, queremos sacar enseñanza para nuestra vida. Nos duele que hermanos nuestros hayan muerto realizando su trabajo, con el cual colaboraban en la grandeza de Chile y sacaban adelante a sus familias”.
El obispo recordó que, aunque en la minería se han implementado altos estándares de seguridad, “en la vida siempre hay imponderables, y hoy nos toca vivir uno de esos momentos de dolor y angustia”. “Nuestra vida es como la hierba del campo: en la mañana está llena de vida, pero se marchita. Que no se nos olvide que no llevamos los hilos de nuestra existencia y que aprendamos a vivir con más humildad y agradecimiento” agregó.
“Recemos por las familias de nuestros hermanos que han muerto, por su descanso, y por quienes siguen trabajando con profesionalismo. No se olviden de rezar cada día al entrar a la mina, pero tampoco nosotros al comenzar nuestras tareas: en tu nombre, Señor, y contigo”, dijo el obispo.
La celebración concluyó con una bendición en la que el obispo pidió que este dolor no se pierda, sino que “nos una como familia y nos haga fecundo el deseo de cuidarnos unos a otros”.
El presidente Gabriel Boric decretó 3 días de duelo nacional afirmando que “es un día doloroso para el país”, y agregó que “a sus seres queridos les entrego mis más sinceras condolencias en estos momentos difíciles. Sé que todo el pueblo de Chile recibe esta noticia con pesar y dolor”.
Boric agradeció las labores realizadas por los equipos de rescate, asegurando que “se trabajó con toda la intensidad posible en condiciones de alto riesgo, pero con la convicción de que había que cumplir, y no dudamos de poner todos los recursos que existen en encontrar nuestros cinco mineros”.
El presidente aseguró que, tras encontrar los cuerpos de las víctimas, “comienzan otras etapas, la de esclarecer los hechos”, aludiendo al anuncio realizado por el presidente de Codelco, Máximo Pacheco, de realizar una auditoría internacional para investigar el accidente. “Se requiere plena objetividad y que no exista ningún tipo de defensa corporativa, para establecer qué es lo que ocurrió y cuáles son las responsabilidades de lo sucedido, y eso es por la memoria de los mineros fallecidos y también por el respeto que tenemos a los trabajadores de la minería en Chile”, dijo Boric.