La ex abadesa denuncia que “España no es un Estado laico, es semiconfesional”
La ex clarisas de Belorado, en el juzgado de Briviesca
La jornada de ayer para las ocho ex clarisas de Belorado fue mucho más que la vista oral en el juzgado de Briviesca, donde se dilucidaba su futuro en el convento, esto es, la demanda de desahucio presentada por el comisario pontificio y arzobispo de Burgos, Mario Iceta, cuando ellas decidieron separarse de la Iglesia en mayo de 2024 y apropiarse del monasterio.
Y es que, a su presencia en el tribunal donde no pudieron intervenir porque ni su abogado ni el del Arzobispado solicitaron su intervención, se sumó una estrategia comunicativa que incluía atender a los medios a la llegada a Briviesca para establecer su particular relato sobre los hechos, a lo que sumaron una rueda de prensa posterior en el locutorio y tras las rejas.
Desde allí, amén de multiplicar los ataques al arzobispo, desvelaron una de sus nuevas iniciativas dentro de la deriva sedevacantista que iniciaron hace prácticamente año y medio. Las clarisas excomulgadas han renovado sus votos de pobreza, castidad y obediencia a través de lo que ellas han definido como un “juramento antimodernista” que estaría inspirado, según ellas, en el modelo teológico y pastoral de Pío X.
Este nuevo documento buscaría “subsanar los 60 años de Concilio Vaticano II”, de tal manera que habrían llevado a cabo un “paréntesis” en su vida religiosa entre 1965 y el 8 de mayo de 2024, cuando se separaron de la Iglesia, momento en el que sostienen haber abrazado una de “tradicional”. “No estamos inventando una religión, estamos volviendo a la religión”, remarcaron. Además, defendieron que continúan siendo acompañados por el falso obispo brasileño Rodrigo Ribeiro da Silva y por el falso obispo valenciano Rafael Cloquell.
Más allá de esta reformulación de sus principios preconciliares, dejaron abierta cuál será su proceder si la jueza da luz verde a ser expulsadas. “Vivimos una vida espiritual en la que escuchamos la voluntad de Dios. En el momento en que la jueza diga que nos tenemos que ir, escucharemos la voluntad de Dios”, advirtió sor Sion. “En el momento decidiremos lo que Dios nos diga”, insistió, dejando caer que “si salimos de aquí, renunciamos a todo lo que consideramos nuestro”.
Por su parte la ex abadesa, sor Isabel de la Trinidad, acusó al Estado español de connivencia y favoritismo hacia la Iglesia católica: “Por un lado se habla de que España es laica y muy moderna, pero a la hora de poner en marcha la libertad de conciencia, se han doblegado todas las instituciones, desde Hacienda al Ministerio de Trabajo, al comisario pontifico sin ser en firme el representante legal”. “España no es un Estado laico, es semiconfesional”, reiteró.
