El Hermano Mayor ha vuelto a pedir perdón por el daño causado por la intervención del profesor Arquillo
La Hermandad de la Macarena ha dado un paso decisivo para cerrar una de las etapas más delicadas de su historia reciente. Reunidos en Cabildo General Extraordinario, los hermanos aprobaban ayer por mayoría la propuesta de la Junta de Gobierno para que el conservador-restaurador Pedro Manzano Beltrán sea el encargado de acometer una nueva restauración de la imagen de María Santísima de la Esperanza Macarena.
Tal como ha explicado la Hermandad por medio de un comunicado, la votación se realizaba tras conocer el “informe-diagnóstico del estado de conservación de la Sagrada Imagen”, elaborado por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH), y escuchar la “propuesta de restauración” explicada por el propio Manzano. Antes de emitir su voto, los asistentes pudieron preguntar directamente tanto a los técnicos del IAPH como al restaurador para despejar dudas y recibir explicaciones.
El comunicado emitido por la Hermandad subraya que la restauración aprobada “tendrá un plazo de ejecución previsto de tres meses”, aunque Manzano ha advertido que podría prolongarse “en el caso de aparecer nuevas patologías durante el proceso”.
Previo a la votación, el Cabildo conoció también el informe del Hermano Mayor, en el que se ofrecieron explicaciones detalladas sobre lo ocurrido en la anterior intervención de conservación, que fue realizada por el equipo del profesor Juan Manuel Miñarro Arquillo y desencadenó una fuerte polémica. “Ha pedido nuevamente perdón a los hermanos por el daño espiritual y devocional ocasionado por la intervención del profesor Arquillo y los errores cometidos por la Junta de Gobierno”, indica el comunicado oficial.
Ese mismo informe relató “cronológicamente los hechos acaecidos antes, durante y tras la intervención de conservación y mantenimiento” realizada por el equipo de Arquillo, y explicó el proceso que llevó a la Hermandad a poner “en manos del IAPH las pruebas periciales y diagnósticas de la Sagrada Imagen” y, posteriormente, “en las de Pedro Manzano la restauración de la Virgen de la Esperanza”.
La intervención anterior, que supuestamente iba a limitarse a una revisión preventiva, terminó generando un profundo malestar entre los fieles por los cambios percibidos en la fisonomía de la Virgen, lo que fue considerado por muchos como una alteración devocional inaceptable. La falta de comunicación, la escasa transparencia y el secretismo en torno al procedimiento agravaron el conflicto, que se saldó con numerosas quejas, una crisis institucional interna y un sentimiento de desconfianza que ahora la Hermandad quiere reparar.
El comunicado concluye subrayando que el Cabildo Extraordinario se ha desarrollado “en un ambiente de respeto y compromiso”, y que este paso responde al deseo de “cuidar, preservar y devolver a la Imagen de María Santísima de la Esperanza Macarena el esplendor que merece, con rigor, transparencia y devoción”. La intervención comenzará próximamente y la Hermandad se ha comprometido a mantener informados a sus hermanos sobre cada fase del proceso.