Celebra el 71º aniversario de su nacimiento y concluye que el predecesor de Maduro “está vivo, está resucitado, está en todos nosotros”
Homenaje a Hugo Chávez
El pasado 28 de julio, además de cumplirse un año de las elecciones en las que, pese a no presentar las actas de los sufragios y en medio de masivas protestas populares que denunciaban un pucherazo contra el que habría sido candidato vencedor, el opositor Edmundo González, Nicolás Maduro se autoproclamó vencedor y renovó su cargo como presidente de Venezuela. Pero también se celebraba el 71º aniversario del nacimiento del que fue su predecesor, Hugo Chávez.
En homenaje al fundador del régimen chavista, fallecido en 2013, ese mismo día presidió un acto oficial el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. Celebrado en el Centro de Convenciones ‘Olof Palme’, en Managua, el líder sandinista elevó al máximo su fervor por Chávez y en su discurso, recogido por EFE, se refirió a él como “un santo”.
Su delirio fue tal que el mandatario nicaragüense, que persigue desde hace años a la Iglesia católica por apoyar a los miles de ciudadanos que son reprimidos por denunciar que viven en una dictadura, usurpó simbólicamente a la Congregación para las Causas de los Santos y ‘canonizó’ a Chávez: “Es un santo, nació como santo, se comportó como un santo, con un corazón inmenso, llevándole no solo beneficios a su pueblo (no fue egoísta), sino también a muchos pueblos, a muchas naciones, incluyendo a Nicaragua”.
Hasta el punto de que, pese a haber fallecido hace más de una década, cree que el ex mandatario venezolano sigue vivo, pues “los héroes nunca mueren, siempre luchan”. Aún más, como percibió en sus muchas conversaciones entre ambos, “desde el primer momento sentí su firmeza, su ternura y un corazón tan grande, tan bueno, como el de Nuestro Señor Jesucristo”.
Y es que, como hoy hace constantemente Maduro, que incluso llega a celebrar la Navidad varios meses antes e invoca a Jesús de Nazaret en cada medida que adopta, Chávez, según Ortega, “invocaba a Cristo” y “tenía fe” en él, siendo el crucificado “el mayor héroe que ha tenido la humanidad”.
Sin ser el cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Ortega no dudó en adoptar su autoridad (y la del Papa) y sentenciar que “Chávez es de los que, como Cristo, a los pocos días de ser crucificado, resucitó. Chávez está vivo, está resucitado, está en todos nosotros”.
