En un mensaje enviado con motivo del gran encuentro ‘Clameurs!’, León XIV alienta a los jóvenes a escuchar el clamor de la tierra y responder con fe, servicio y compromiso ecológico
En vísperas del gran encuentro nacional ‘Clameurs!’ de los Scouts y Guías de Francia, el papa León XIV ha enviado un mensaje a los miles de jóvenes reunidos para reflexionar sobre la justicia climática y el bien común.
“Me alegra esta hermosa iniciativa”, escribe el Papa, “porque quieren ser protagonistas del cambio, poniendo el escultismo al servicio de los desafíos climáticos”. Asimismo, el Pontífice celebra que los participantes se reúnan para jugar, pensar y dialogar sobre los retos sociales y ecológicos del presente.
En este sentido, el mensaje recuerda que hoy “estamos llamados a escuchar con atención el grito de la creación”. Por eso, frente a amenazas como la contaminación, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad o la falta de agua potable, el Papa urge a una verdadera “educación ecológica que nos lleve a cambiar hábitos y mentalidades”.
De esta manera, León XIV anima a los scouts a seguir cuidando la naturaleza con respeto. “Pueden aportar mucho a la sociedad con su estilo de vida”, afirma, señalando cómo la vida scout entrena la humildad, el ingenio y el servicio, valores que pueden transformar el mundo.
Dirigiéndose a los jóvenes que recibirán el sacramento de la Confirmación durante el encuentro, el Papa los llama a ser “testigos de la fe en el mundo, agentes de cambio y esperanza en la sociedad”. Y añade con claridad: “Esta misión solo es posible desde una vida de oración y amistad con Dios”.
En su mensaje, León XIV también destaca la riqueza de la diversidad presente entre los jóvenes scouts: culturas distintas, edades diferentes, relaciones intergeneracionales. “Ustedes son embajadores de la fraternidad y la paz”, asegura, invitándolos a utilizar las “armas del cristiano: la fe, la verdad, la justicia y el Evangelio de la paz”.
En la conclusión de su mensaje, el Papa recuerda a los scouts que “cada uno de ustedes es único en la creación, amado personalmente por el Señor”, y los exhorta a no dejar de creer en un mundo mejor y en “el nacimiento de una auténtica civilización del amor”. “Como decía el Papa Francisco, sean también ustedes constructores de puentes entre generaciones, culturas y pueblos”, subraya.