Los Salesianos del Cono Sur sumaron tres nuevos diáconos

Les pidieron que sean fieles a Dios y se desgasten en cercanía y servicio para que los jóvenes no pierdan la dignidad de hijos de Dios

Los Salesianos del Cono Sur sumaron tres nuevos diáconos

Emiliano Arruabarrena (Inspectoría de Argentina Sur); y de Mathías Britos y de David Orquiola (Inspectoría de Paraguay) iniciaron este importante servicio eclesial en la Congregación Salesiana.



La celebración fue en el Santuario del Sagrado Corazón de Jesús (Villa Luzuriaga), y estuvo presidida por el obispo emérito de Río Gallegos, el salesiano Juan Carlos Romanín. Estuvieron presentes también, el arzobispo de Mendoza y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Marcelo Colombo, el Inspector de Argentina Sur, Darío Perera SDB, y Néstor Ledesma SDB, Inspector de Paraguay, entre otros referentes de las casas salesianas.

Esperanza y fidelidad al Señor

Después de la lectura del Evangelio referida al pasaje del Buen Samaritano, Romanín resaltó en la homilía, la actitud de Jesús de poner como ejemplo un extranjero considerado cismático y enemigo, quien ve al peregrino herido y tiene compasión, un sentimiento que nace del corazón humano: interrumpe su viaje, se acerca y lo cuida.

El obispo señaló que ante tiempos confusos y difíciles que se viven, “la primera palabra que resuena en nuestro corazón es la que Dios ha dicho siempre a quienes ha llamado a su servicio: ‘Vayan y hagan ustedes lo mismo’… ‘No tengan miedo. Yo estaré siempre con ustedes’”.

Agregó que los jóvenes necesitan un testimonio de esperanza y de fidelidad al Señor, que permite edificar sobre roca, y ofrecer una paz profunda en medio de la noche.

Específicamente, a los nuevos diáconos les dijo: “Queridos David, Emiliano, Mathías, el diaconado los lleva al centro del misterio de la Iglesia. Una Iglesia que es misionera, sinodal, diaconal, samaritana. Si no se vive esta dimensión de servicio samaritano, todo ministerio se vacía por dentro, se vuelve estéril, no produce frutos. Y poco a poco, se vuelve mundano”.

Cercanía y compañía

Asimismo, les pidió que vivan este diaconado con la mirada de Don Bosco, con los ojos, las manos y el corazón puestos en los jóvenes con más necesidades, cuidando, protegiendo, defendiendo sus vidas, de quienes están cerca y de quienes están lejos, acompañando sus historias, para que nunca pierdan su dignidad de hijos de Dios.

Venden sus heridas, acompañen las soledades, sanen desde la ternura de Dios. Que no sufran amenazas, maltratos, explotación, por los lobos perversos que trafican y comercializan sus vidas”, fue la propuesta de Romanín.

Antes de finalizar la celebración, el P. Darío Perera agradeció a los tres nuevos diáconos por la entrega de sus vidas al servicio de los jóvenes con el carisma de Don Bosco. Y les aseguró la oración de toda la comunidad inspectorial para que sean fieles a Dios y felices en el servicio al prójimo, especialmente, en este trayecto formativo camino al sacerdocio.

Los tres miembros de la comunidad del Teologado Interinspectorial Salesiano Nuestra Señora de la Esperanza compartieron sus lemas diaconales: El de Emiliano: “Estoy entre ustedes como el que sirve” (Lc. 22, 27); el de Mathías, “Lo miró con misericordia y lo eligió” (Mt 9,9); y el de David, “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad” (Sal. 39,8-9).

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