Ultras en Torre Pacheco
Desde hace una semana, la localidad murciana de Torre Pacheco se encuentra cercada por la policía ante la tensión imperante, con disturbios y cacerías protagonizadas por grupos ultraderechistas (muchos llegados de fuera) contra inmigrantes. Y todo después de que un anciano recibiera una paliza por parte, presuntamente, de tres marroquíes que ya han sido detenidos y que no son residentes en el municipio.
En pleno clima de violencia, el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) ha publicado este 16 de julio un comunicado en el que muestra su “especial preocupación” por estos “hechos violentos”. Así, “una brutal y condenable agresión a un vecino de avanzada edad ha sido el detonante de una escalada de furia racista contra la comunidad magrebí de la localidad”.
Y es que “ningún hecho, por grave que sea, justifica la criminalización de todo un colectivo ni los ataques indiscriminados y extremadamente violentos hacia personas, incluidos niños y niñas, viviendas o establecimientos”.
Los jesuitas recalcan que “la sociedad española se ha construido tradicionalmente con la incorporación de personas migrantes de orígenes diversos. También es así en el territorio de Murcia y, en concreto, en Torre Pacheco. Son vecinos y vecinas que participan de la vida pública, que aportan con su trabajo y esfuerzo al bien común, que han iniciado y desarrollado un proyecto de vida para que sus familiares puedan vivir con prosperidad y dignidad”.
De ahí el gran peligro colectivo que encarna esta situación, ya que, “si se permiten ataques como estos, la ola de odio y violencia no hará más que crecer”. Algo que en este caso hay que achacar a “algunos grupos violentos racistas vinculados a la extrema derecha” y que “se han organizado a través de las redes sociales, alentados por estos discursos xenófobos, para planear ‘cazas de inmigrantes’. Persecuciones y agresiones atroces que fracturan la convivencia”.
Por todo ello, desde el SJM “apostamos desde hace años por políticas que promuevan el acceso a derechos, la cohesión y convivencia social en armonía, y las oportunidades de inclusión y desarrollo de proyectos de vida de las comunidades migrantes”.
Porque “no solo se trata de perseguir el delito de odio y de luchar contra la desinformación y los bulos que criminalizan, sino de consolidar un sistema democrático que garantiza el respeto, el diálogo, la dignidad y la convivencia de la diversidad”.
En conclusión, “el racismo y la violencia no deben tener cabida en la sociedad ni deben ser tolerados ni justificados de ninguna de las maneras, al igual que el discurso que se vierte desde esferas políticas que estigmatiza y genera odio debe ser erradicado en un Estado de Derecho y en una sociedad democrática y avanzada”. Un dardo, sin citarlo, a Vox, cuyo presidente en Murcia, José Ángel Antelo, está siendo investigado por la Fiscalía por incurrir durante estos días en “delitos de odio”, cayendo incluso en la difusión de bulos.
Frente a este alud de intolerancia, el SJM tiene claro que “la Justicia nunca puede ser sustituida por la violencia particular. Los discursos de odio deben ser perseguidos”.