Tres jóvenes seminaristas mexicanos realizan actividades diversas, entre estas labores de jardinería en Castel Gandolfo, en la residencia donde pasa el verano el papa León XIV.
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Sus nombres son Porfirio Ramírez Méndez y Jesús Israel Aguirre Legaria, ambos pertenecientes a la Diócesis de Huajuapan de León; así como Sergio Camarillo Gámez, de 27 años, de la Arquidiócesis de Puebla.
En un reportaje elaborado por Vatican News se señala que los seminaristas estarán un mes en Castel Gandolfo, donde llevarán a cabo trabajo voluntario que incluye también la recepción y guía de los visitantes del lugar, así como “la conservación de los espacios en los que el Santo Padre podría tener sus momentos de sano y necesario esparcimiento”.
“Una experiencia única en mi formación”
El Borgo Laudato si’ -refiere Vatican News- es un paraíso ecológico de 55 hectáreas en las Villas Pontificias de Castel Gandolfo; “allí, entre jardineros, guías y custodios, destacan tres rostros jóvenes y entusiastas: Porfirio, Sergio e Israel, seminaristas mexicanos que, con manos dispuestas al trabajo y corazones encendidos por la vocación, protagonizan una historia silenciosa de servicio”.
“No hay campanas que marquen su jornada ni horarios rígidos: su día comienza cuando se les necesita, ya sea en la tierra al despuntar el alba o recibiendo a los grupos que visitan este ‘laboratorio viviente’ de la encíclica Laudato si'”.
Al respecto el seminarista Porfirio Ramírez señaló: “es una experiencia única en mi formación… Después de tanto tiempo cerrado, este lugar ahora está abierto al público. Es una bendición”.
“Vivir la ecología integral que el Papa tanto nos pide”
El Borgo, con 35 hectáreas de jardines y 20 de terreno agrícola, es también un “centro de formación en ecología integral y fraternidad, como lo propone el magisterio del Papa. Aquí se cultiva más que plantas: se siembran valores, se promueve la cultura del cuidado y el respeto a la biodiversidad”.
El seminarista Sergio mencionó que han realizado actividades de jardinería y limpieza de las fuentes: “todo esto nos ayuda en nuestra formación, ciertamente porque a final de cuentas estamos para servir”; también compartió que el haber participado en la misa del 9 de julio con el papa León XIV, fue “un regalo de Dios”.
En tanto Jesús Israel coincidió: “Es un regalo de Dios inmenso. Trabajar aquí implica muchas cosas: cuidar la creación, ayudar en las celebraciones, atender a los peregrinos… Es vivir la ecología integral que el Papa tanto nos pide”.
“El Borgo Laudato si‘, como lo pensó Francisco, es mucho más que un sitio: es una experiencia transformadora. Y estos tres jóvenes mexicanos, venidos de comunidades sencillas y generosas, ya están sembrando esperanza que, con el tiempo, dará abundantes frutos para toda la Iglesia. Además, en el marco del Jubileo de la Esperanza, constituye una etapa aconsejada de peregrinación”, concluyó Vatican News.