Europa

Irlanda comienza la exhumación de 800 bebés muertos en un centro de religiosas y enterrados en secreto en una fosa común

| 14/07/2025 - 18:34

El hogar de las Hermanas del Buen Socorro ocultó presuntamente las muertes de hijos de madres solteras entre 1925 y 1961





No hubo lápidas. Ni ataúdes. Probablemente tampoco una oración en voz alta. Solo el silencio de un pozo convertido en tumba, camuflado bajo el césped de una urbanización en Tuam, al oeste de Irlanda. Allí, donde hoy juega algún niño ajeno al pasado, estuvieron encerradas durante décadas las historias rotas de 796 bebés y niños pequeños fallecidos entre 1925 y 1961 en el hogar de St. Mary, una institución para madres solteras dirigida por religiosas del Buen Socorro con apoyo del Estado.



Tal como recogen medios locales, las excavadoras han comenzado esta semana el que será un proceso largo —al menos dos años— y doloroso. El Estado irlandés, con años de retraso, se enfrenta por fin a un sistema que encerró, silenció e hizo desaparecer las historias de casi 800 niños.

Todo empezó con Catherine Corless, una historiadora aficionada. Ella fue quien encontró pistas, investigó partidas de defunción, revisó archivos. “Cuando empecé, nadie quería escucharme… Suplicaba: saquen a los bebés de esas cañerías. Merecen el entierro cristiano que se les negó”, recuerda. Tenía razón. En la parcela donde hoy se alzan jardines comunitarios y un parque infantil, había una antigua fosa séptica. Dentro, restos óseos de bebés.

Las primeras búsquedas, que tuvieron lugar entre 2016 y 2017, confirmaron las sospechas: allí están los cuerpos de centenares de niños, algunos recién nacidos, otros de hasta nueve años. La presión ciudadana obligó a abrir una comisión de investigación nacional. En 2021, sus conclusiones estremecieron al país: 9.000 niños murieron en hogares religiosos para madres solteras entre 1922 y 1998. St. Mary fue solo uno de los 18. Se calcula que 56.000 mujeres y 57.000 niños pasaron por estas instituciones regidas por la Iglesia y sostenidas por el Estado.

“No éramos niños, éramos basura”

PJ Haverty sobrevivió a Tuam. Pasó allí sus primeros seis años. Hoy, anciano, recuerda que les llamaban “los niños del hogar”, y no con cariño. “Tuvimos que llegar 10 minutos tarde y salir 10 minutos antes del colegio porque no querían que habláramos con los otros niños. Ni siquiera en el recreo podíamos jugar con ellos. Éramos basura de la calle”, relata.

Muchas mujeres fueron separadas de sus hijos nada más dar a luz. Algunas no volvieron a saber nunca de ellos. Otros fueron dados en adopción, a menudo sin su consentimiento. Hoy, Irlanda se prepara para enterrar de verdad a esos 796 pequeños.

Etiquetas: Irlanda
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