Vaticano

El encargo jubilar de León XIV: liberar a los ancianos de “la soledad y el abandono”

| 10/07/2025 - 13:22

En su primer mensaje para la Jornada Mundial de los Abuelos, que se celebrará el 27 de julio, el Papa agustino pide a las parroquias y grupos eclesiales que abanderen “la revolución del cuidado”





El próximo 27 de julio la Iglesia celebrará la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Ancianos, instaurada hace cinco años por el papa Francisco y que ahora León XIV asume como propia a través de un mensaje hecho público hoy en el que apunta que “el hecho de que el número de personas en edad avanzada esté en aumento se convierte para nosotros en un signo de los tiempos que estamos llamados a discernir, para leer correctamente la historia que vivimos”.



En el contexto del año jubilar de la esperanza, el Papa agustino lanza un encargo a los católicos: promover la “liberación” a los mayores de “la soledad y del abandono” para restituir “afecto y estima” hacia ellos. Así, expone en su escrito que existe “una bienaventuranza en la ancianidad, una alegría auténticamente evangélica, que nos pide derribar los muros de la indiferencia, que con frecuencia aprisionan a los ancianos”. “Nuestras sociedades, en todas sus latitudes, se están acostumbrando con demasiada frecuencia a dejar que una parte tan importante y rica de su tejido sea marginada y olvidada”, denuncia en su mensaje.

Apoyo y oración

Con este punto de partida, llama a cada parroquia, asociación y grupo eclesial a liderar la que presenta como “la ‘revolución’ de la gratitud y del cuidado, y esto ha de realizarse visitando frecuentemente a los ancianos, creando para ellos y con ellos redes de apoyo y de oración, entretejiendo relaciones que puedan dar esperanza y dignidad al que se siente olvidado”.

León XIV, en la Vigilia de Pentecostés

Tomando como referencia a personajes bíblicos como Abraham, Sara, Zacarías, Isabel, Moisés y Jacob, el Pontífice norteamericano expone cómo “abrazar a un anciano nos ayuda a comprender que la historia no se agota en el presente, ni se consuma entre encuentros fugaces y relaciones fragmentarias, sino que se abre paso hacia el futuro”.

Necesidad mutua

“Es verdad que la fragilidad de los ancianos necesita del vigor de los jóvenes, también es verdad que la inexperiencia de los jóvenes necesita del testimonio de los ancianos para trazar con sabiduría el porvenir”, argumenta en el texto.

En esa misma línea, Rober Prevost elogia a los mayores de la casa: “¡Cuán a menudo nuestros abuelos han sido para nosotros ejemplo de fe y devoción, de virtudes cívicas y compromiso social, de memoria y perseverancia en las pruebas!”.

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