El prelado subrayó durante el funeral “la urgencia de volver a poner el cuidado del alma en el centro”
don Franco Giulio Brambilla nella chiesa di sant'Angela Merici, via Cagliero, Milano
El obispo de Novara, Franco Giulio Brambilla, presidía el funeral de Matteo Balzano, el joven sacerdote italiano fallecido el pasado sábado 5 de julio. La celebración, que tuvo lugar en la colegiata de San Vittore, estuvo llena de fieles, familiares y jóvenes del oratorio de Cannobio que acompañaba Balzano.
El obispo trató, en su homilía, “al menos balbucear una respuesta a la tragedia que estamos viviendo” después de que el sacerdote se quitase la vida.
Así, se ha preguntado “¿qué les dice esta muerte a los jóvenes?”. “El domingo pasado me encontré con el grupo de chicos y chicas del oratorio de Cannobio, destrozados por el dolor. Incluso las palabras que me dirigieron resonaron con las de Jesús en la cruz: ‘Dios mío, ¿por qué me has abandonado?'”, ha dicho el obispo.
Para el prelado, esta muerte “nos habla de la importancia y la urgencia de volver a poner el cuidado del alma en el centro”, porque “en nuestras vidas nos distraemos con demasiada frecuencia con otras prioridades, con cosas superficiales que nos distraen de las importantes”.
“El afecto y el dolor por Don Mateo, que tantos han manifestado en estos días y que nos une hoy, quizá nos indiquen el camino para responder a estas preguntas”, concluía Brambilla. “No sé cuándo dejará de llorar mi corazón. Ciertamente, yo también, como estos jóvenes, no olvidaré a Don Matteo”.
