El cardenal Joseph Zen, obispo emérito de Hong Kong, ha compartido este miércoles 2 de julio una reflexión espiritual basada en las lecturas del día, particularmente del capítulo 19 del Génesis, que narra la destrucción de Sodoma. A partir de ese pasaje, Zen ha arremetido contra las relaciones homosexuales, calificándolas de “profundamente contrarias al plan de Dios”.
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“La lectura de hoy es Génesis 19:15-29”, explicó el purpurado, quien recordó el contexto bíblico en el que Abraham intercede por Sodoma y cómo Dios muestra su justicia pero también su misericordia. Según Zen, “el Dios misericordioso detesta las relaciones homosexuales porque este pecado se aleja muchísimo de su plan para la humanidad”.
El cardenal precisó que ese plan divino se fundamenta en la unión entre un hombre y una mujer “en un amor dedicado y duradero”, abierto “a la vida y al calor familiar”. Y añade: “La Biblia también advierte con frecuencia a las generaciones futuras sobre esto”.
Verdadera caridad
“¿De dónde proviene la homosexualidad? ¿Es innata? ¿El resultado de experiencias desafortunadas? La medicina no puede dar una respuesta sencilla”, continúa Zen. Sin embargo, insiste en su mensaje en que, aunque las inclinaciones no sean pecado en sí mismas, “la conducta homosexual no solo destruye el plan de Dios, sino que también perjudica obviamente a la sociedad y es más probable que cause tragedias personales”.
El cardenal recuerda, además, que la caridad cristiana exige anunciar la verdad y no dejar en la ignorancia a quienes no comprenden el valor de la castidad. “Si quienes conocen el bien y el mal objetivamente no ayudan a quienes ignoran a comprender la verdad, entonces definitivamente no es verdadera caridad”, afirma.
“Por supuesto, la Iglesia ama y acoge a todos, sin importar su concepción actual, pero no se les puede permitir permanecer en la ignorancia”, insiste, subrayando que “se les debe dar la oportunidad de conocer el plan de Dios, fortalecerse mediante la oración y los sacramentos, y recorrer el camino de la castidad”.
León XIV, ¿un Papa para calmar la tormenta?
En su meditación, el cardenal Zen también apunta que en el Evangelio del día (Mateo 8, 23-27), en el que los discípulos claman a Jesús durante una tormenta mientras él duerme. “Los discípulos despertaron a Jesús porque creían que podía salvarlos, pero Jesús los llamó gente de ‘poca fe’”, recuerda, utilizando esa escena para referirse a las divisiones internas en la Iglesia: “El caos y las divisiones en la Iglesia en los últimos años (especialmente causadas por la ‘Fiducia supplicans’) nos han hecho sentir que Jesús se ha dormido”.
En ese contexto, celebra la elección del nuevo pontífice: “Afortunadamente, nosotros, con nuestra ‘poca fe’, lo hemos despertado y nos ha dado un papa León XIV que puede calmar la tormenta”. De esta manera, el cardenal concluye con un llamamiento a la unidad y a la oración: “Que sigamos orando por el Papa, sin impacientarnos, sin presionarlo, sin crear noticias falsas, sin sobreanalizar cada una de sus acciones o palabras. Que podamos ayudarle a disipar la confusión y restaurar la unidad”.